LONDRES.- El banco británico Royal Bank of Scotland (RBS), participado casi en un 70% por el Gobierno británico, registró pérdidas récord de 24.051 millones de libras esterlinas (26.849 millones de euros) en 2008, frente al beneficio neto de 6.823 millones de libras (7.617 millones de euros) del año precedente, lo que representa los mayores 'números rojos' de cualquier empresa británica en toda la historia, informó hoy la entidad, que ha alcanzado un acuerdo con el Tesoro para participar en un plan que asegurará activos por importe de 325.000 millones de libras (362.844 millones de euros).
Las cuentas de RBS reflejan el impacto de la crisis financiera y el fuerte incremento de los impagos, especialmente a partir de la segunda mitad de 2008, así como las amortizaciones relacionadas con los activos de ABN Amro adquiridos en otoño de 2007 en consorcio con Fortis y Santander.
En concreto, las pérdidas por impago de crédito se elevaron a 6.962 millones de libras (7,769 millones de euros), casi tres veces más que en 2007. Asimismo, la entidad asumió amortizaciones por importe de 16.196 millones (algo más de 18.000 millones de euros), de los que prácticamente la mitad se relaciona con activos adquiridos en la operación de compra de ABN Amro.
De este modo, la cifra de negocio de RBS alcanzó los 26.875 millones de libras esterlinas (30.000 millones de euros), lo que supone un retroceso del 19,9% respecto al ejercicio precedente.
"Realizar cualquier pronóstico es arriesgado, más allá de la expectativa de que 2009 será un año muy duro para la economía mundial, por lo que RBS, igual que el resto de bancos, surirá una erosión de sus ingresos subyacentes por el debilitamiento de la actividad y el aumento de los costes de crédito", dijo el consejero delegado de RBS, Stephen Hester, quien mostró su esperanza de que los mercados muestren síntomas de cierta estabilización y se produzcan menos amortizaciones. "De hecho, 2009 ha comenzado de manera positiva para nuestro negocio", añadió.
GARANTÍA DEL TESORO PARA 362.844 MILLONES EN ACTIVOS
Por otro lado, la entidad escocesa confirmó que participará en una plan de garantía de activos con el Tesoro británico por importe de hasta 325.000 millones de libras (362.844 millones de euros), de los que RBS asumirá los primeros 19.500 millones de libras (21.761 millones de euros) de pérdidas en dichos activos a partir del pasado 1 de enero, mientras que, en el caso de que haya pérdidas superiores, éstas serán repartidas en un 90% para el Tesoro y un 10% para el banco.
Como parte de este acuerdo, el Tesoro británico suscribirá 13.000 millones de libras (14.533 millones de euros) en nuevas acciones de tipo B de RBS, que contará con la acción de solicitar al Gobierno la suscripción de un paquete accionarial adicional por importe de 6.000 millones de libras (6.710 millones de euros).
De este modo, los activos afectados por el plan de garantías del Tesoro podrán ser retirados de la cartera de RBS o de sus filiales para ser incluidas en el programa, lo que permitirá a la entidad mejorar sus ratios de capital y "liberar" su capacidad de préstamo, lo que implicará una mayor accesibilidad al crédito para los hogares y empresas de Reino Unido, precisó el banco en un comunicado.
RBS deberá abonar una comisión de 6.500 millones de libras esterlinas (7.268 millones de euros) por participar en este plan de garantías del Tesoro, que será sufragada mediante la emisión de acciones de clase B adicionales.
"La participación en este plan nos ayudará a reducir el riesgo para nuestros accionistas a la vez que proporciona un mayor respaldo a los clientes británicos gracias al incremento del crédito. Asismimo, este plan podría otorgar mayor certidumbre al mercado al limitar las pérdidas potenciales de una significativa parte de nuestro balance", explicó el consejero delegado de la entidad.
Por este motivo, Hester no dudó en calificar como "privilegiada" la posición de RBS a la hora de afrontar su reestructuración con el apoyo del Gobierno británico.
DIVISIÓN DE LA ENTIDAD
Por otro lado, el banco escocés creará una división "no estratégica" en el transcurso del segundo trimestre, que será gestionada de manera autónoma, aunque permanecerá bajo la estructura legal del grupo.
Esta división contará aproximadamente con 240.000 millones de libras (268.081 millones de euros) en activos de terceros, 145.000 millones de libras (161.989 millones de euros) en derivados y otros 155.000 millones de libras (173.160 millones de euros) en activos de riesgo.
"Como parte de estos esfuerzos, se espera que nuestra representación en 36 de los 54 países en los que operamos en todo el mundo se verá considerablemente reducida o vendida", explicó el banco.
Adicionalmente a la eliminación de costes asociados con los activos englobados en esta división no estratégica, la entidad ha lanzado un plan de reestructuración que pretende mejorar la eficiencia de costes del grupo con el objetivo de reducir unos 2.500 millones de libras (2.790 millones de euros) hasta 2011.
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