Teruel.- El consejero de Obras Públicas del Gobierno de Aragón, Alfonso Vicente, ha advertido hoy que "se podría no firmar el convenio con Renfe" sino se atiende la demanda de un tren directo diario entre Valencia y Zaragoza con una única parada en Teruel.
En rueda de prensa, Alfonso Vicente ha asegurado que la posición del Ejecutivo, que financia servicios ferroviarios con más de 5 millones de euros, es "clara y contundente" tras un intercambio de 14 borradores de convenio desde el pasado mes de septiembre.
Dicho trayecto, ha señalado Vicente, debe sumarse a los servicios ferroviarios actuales en la línea que para en distintas poblaciones de las provincias de Valencia, Castellón, Teruel y Zaragoza.
El consejero de Obras Públicas ha señalado que cada viajero que sube al tren en Aragón cuesta al ejecutivo autónomo 25 euros, un medio de transporte usado por 150.000 pasajeros al año y que únicamente cubre a 60 municipios en toda la Comunidad Autónoma de los cuales para en 40 gracias al convenio que se mantiene con RENFE.
Frente al tren, las comunicaciones en el medio rural, ha diho el consejero, están protagonizadas por el autobús, que utilizan 800.000 pasajeros, cubre todos los municipios y le cuesta en subvenciones a menos de 2,5 euros por pasajero.
La ocupación del ferrocarril actualmente, ha afirmado, "no resulta social, ni económica ni medioambientalmente razonable" y ha considerado "imposible" que un tren pare 18 veces entre Zaragoza y Valencia.
Una línea que forma parte de un corredor ferroviario más amplio, el Cantábrico-Mediterráneo, para el que la Plataforma Logística e Industrial de Teruel (PLATEA) ya ha licitado un ramal ferroviario de transporte.
El ferrocarril será uno de los asuntos que el consejero de Obras Públicas aragonés trate con su homólogo de la Comunidad Valenciana en una reunión que mantendrá el próximo mes de marzo.
Otro de los asuntos a tratar la autovía A-40 entre Teruel y Cuenca que pasa por el Rincón de Ademuz (Valencia), una vía rápida que realmente forma parte de un eje que une el Sur de la Península con la autovía A-23 (Levante-Francia por Aragón) y que no podrá realizarse por haber resultado negativa la Declaración de Impacto Ambiental tras años de ser proyectada.
Alfonso Vicente se ha remontado al año 2000 cuando se diseñó el trazado de la A-40 entre Teruel y Cuenca que pasaba por 8 puntos conflictivos desde el punto de vista medioambiental y afirmó que "ese trazado no iba a poder salir adelante".
El consejero de Obras Públicas ha calificado de "barbaridad" que haya quien pretenda dividir el trazado de esta vía entre las tres Comunidades Autónomas por las que pasa y ha precisado que la opción actual de hacer un nuevo trazado es la solución óptima.
En este sentido, ha destacado el acuerdo entre las tres Comunidades Autónomas afectadas y el Ministerio de Fomento y la posibilidad de reutilizar parte del trabajo ya hecho para acelerar el nuevo trazado.
Alfonso Vicente ha insistido en que la obra tendrá que tener un único estudio de impacto ambiental para todo el trazado aunque después la obra pueda llevarse a cabo por tramos, aunque actualmente se cuenta con la ventaja de un trazado consensuado entre las tres CC.AA. que además han adquirido el compromiso de agilizar los trámites que les corresponda.
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