Bermejo, respaldado por Zapatero, rechaza dimitir pese a la ofensiva del PP

Madrid.-  El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ha recibido hoy el respaldo del presidente del Gobierno en el Congreso y ha rechazado dimitir porque, ha dicho, tiene que trabajar por España, a pesar de que el PP, encabezado por Mariano Rajoy, ha exigido hasta en cinco ocasiones su cese en el pleno.

"Yo no estoy atado aquí por nada personal; yo estoy aquí por un proyecto que voy a defender hasta el final. Y no dimito, claro que no dimito, porque tengo que trabajar por este país", ha manifestado Bermejo ante la ofensiva que ha liderado el PP por la cacería que compartió con el juez Baltasar Garzón tras las primeras detenciones de la denominada operación "Gürtel".

Rajoy ha exigido la destitución de Bermejo directamente al presidente del Gobierno al considerar que la "bochornosa y degradante" cacería "liquida cualquier apariencia de división de poderes y de imparcialidad de la justicia y extiende un velo de sospecha" tanto sobre el ministro como sobre Garzón.

Pero para Zapatero lo "bochornoso y deleznable" no es la montería, sino la supuesta trama de corrupción relacionada con el PP.

"Usted viene a plantear no los problemas de los españoles, sino sus problemas, que no sabe o no puede resolver", ha espetado Zapatero al líder del PP en el pleno, donde ha vuelto a exigir al principal partido de la oposición sosiego, responsabilidad política y respeto a la actuación de los jueces, la policía y los fiscales.

El jefe del Ejecutivo ha estimado que Bermejo ya ha explicado las "circunstancias" de la cacería y no sólo ha respaldado a su ministro sino que ha asegurado que cree "firmemente" en la plena independencia de "todos y cada uno de los jueces", en todos los casos y afecten sus actuaciones a los partidos que afecten.

Para Rajoy, sin embargo, al rechazar el cese, Zapatero se convierte en "responsable y avalista" de las cacerías de Bermejo y en responsable de la primera huelga de jueces y de los "abusos de poder" de la Fiscalía; "se convierte en el propio señor Bermejo y une su política indisolublemente a las actuaciones de un juez que está actuando de manera irresponsable".

El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, también se ha visto envuelto en el debate sobre Bermejo, al preguntarle el diputado del PP Arturo García Tizón por la supuesta participación en la cacería del comisario general de la Policía Judicial.

Rubalcaba ha recordado al PP que la citada cacería es "legal" y le ha advertido de que lo que es ilegal es "cazar comisiones de obras públicas" y "espiar a compañeros".

Tras señalar de forma irónica que para conspirar uno se va a una "cripta" y no se expone ante sesenta personas, ha descrito al PP como un partido "lleno de cazadores y cazados".

Pero García Tizón ha insistido y, junto a "la inmediata destitución" de Bermejo, ha exigido el "cese fulminante" del comisario.

Además de la cacería, el PP ha esgrimido la huelga de los jueces para reclamar el cese a Bermejo y el portavoz de Justicia de este partido, Federico Trillo, le ha recomendado que lo haga antes de que alguien "le cuelgue como un trofeo".

Bermejo ha asegurado que pagará gustoso el precio de "cambiar las cosas" y de "empujar en la buena dirección" ante la resistencia y el corporativismo de la Justicia ante las reformas.

Tras contestar a las preguntas de la oposición en el pleno, ha dicho en los pasillos de la Cámara a los periodistas que no se ha sentido "acorralado" por el PP y ha bromeado al pedir para el principal partido de la oposición "comprensión "y ayuda para que pueda salir "del lío" en el que están metidos.