Por primera vez en 30 años de democracia, la denominada izquierda 'abertzale' no podrá concurrir a las elecciones del País Vasco. El Tribunal Constitucional (TC) ratificó a última hora de anoche la anulación de las candidaturas presentadas por Askatasuna y D3M decretadas por el Tribunal Supremo.
Minutos antes de la medianoche, y por tanto del comienzo de la campaña electoral, el Constitucional notificaba a los representantes de ambas formaciones su decisión, contra la que ya sólo cabe apelar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, lo que, en cualquier caso, no evitará que por primera vez no haya listas auspiciadas por ETA en las cabinas de voto del País Vasco.
Respecto de Askatasuna, el Constitucional considera que el conjunto de pruebas valoradas por la sala del 61 del Tribunal Supremo para acordar la anulación de sus listas electorales permite concluir que este partido está "al servicio" de la organización terrorista. En cuanto a D3M, el tribunal ha considerado que ha quedado acreditada la "efectiva voluntad" de la agrupación electoral de "defraudar pronunciamientos judiciales firmes" mediante su instrumentalización al servicio de los partidos políticos ilegalizados HB-EH-Batasuna, ANV o EHAK/PCTV.
Por su parte, y como viene siendo ya tradición ante todas las citas electorales, los partidos políticos iniciaron anoche la pegada de carteles —aunque esto es ya un decir— a quince días de los comicios.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) dio el pistoletazo de salida en un acto en Vitoria, donde su candidato a la reelección como lehendakari, Juan José Ibarretxe, apeló a la confianza en el pueblo vasco, frente al futuro "negro y sórdido" que "se está planteando por parte de PSE y PP". Por su parte, el PSE comenzó su campaña en la localidad natal de su candidato, Portugalete (Vizcaya). Patxi López ha pedido el voto de los "nacionalistas sensatos" que "no están conformes con la deriva radical" de Ibarretxe y que quieren "construir una Euskadi sin exclusiones" y "desde el diálogo y el acuerdo".
Según todos los sondeos publicados hasta el momento, estas serán una de las elecciones autonómicas vascas más reñidas. El último CIS publicado ayer daba casi un empate en el número de escaños entre el PNV (27-28) y el PSE-PSOE (26). Los 'peneuvistas', según este barómetro, no podrían reeditar la fórmula del tripartito (PNV-EA-EB no suman mayoría absoluta), mientras que los socialistas podrían gobernar por primera vez si suman el apoyo de los 'populares' o llegan a algún acuerdo con los nacionalistas.
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