Ghosn elude pronunciarse sobre el futuro de Renault en España por la crisis

París.-  El presidente del Grupo Renault, Carlos Ghosn, apeló hoy a las incertidumbres generadas por la crisis del automóvil para eludir un posicionamiento claro sobre el futuro de las plantas de la marca francesa en España.

En el acto de presentación de resultados del grupo, que tuvo lugar hoy en París, Ghosn señaló que "este año tiene demasiadas incertidumbres y, a partir de ahí, veremos la capacidad productiva que necesitamos".

"No creo -prosiguió el presidente de Renault- que ningún fabricante tome una decisión ahora tal como están las cosas porque no se ha tocado fondo y las reestructuraciones cuestan muchos dinero y hay que tenerlo preparado para cuando se supere esta fase, en la que nos enfrentaremos a un escenario totalmente nuevo".

El director general del Grupo, Patrick Pelata, añadió que, de momento, "no tenemos ningún modelo en nuestros planes futuros que sea compatible con la planta de Valladolid".

Pelata se limitó a indicar que en los contactos actuales entre la firma y los gobiernos español y castellano-leonés se analizan las vías de futuro de las plantas en el horizonte de 2010 ó 2013.

"Estamos -dijo Pelata- en tratos con estos gobiernos para ver la mejor forma de utilizar la planta de Valladolid y hemos lanzado ciertas ideas: podemos acabar con la negociación a finales del mes que viene".

Ghosn puntualizó también la situación de la planta de Tánger y explicó las causas por las que esta inversión se había paralizado.

En este sentido, el presidente de Renault subrayó que la fábrica marroquí está destinada a la producción de la gama Logan, de Dacia, un coche dirigido a los mercados emergentes que no tiene sentido producir en Europa Occidental y añadió que Nissan tenía programado montar en este escenario un utilitario de bajo coste dirigido a los mismos mercados.

Para Ghosn, estos productos no suponen ninguna competencia con los arquetipos de vehículos que se producen en Europa.

Ghosn precisó que la situación de crisis no ha escapado a esos mercados emergentes y esa coyuntura, junto a la necesidad del grupo de reducir gastos, ha motivado la paralización de dicha planta, pero apuntó que superada la crisis se retomará su viabilidad.

El presidente de Renault opino que la situación de la industria pasa por un momento muy delicado, del que se saldrá, pero con un escenario para el sector completamente nuevo.

Sobre esa predicción, Renault reorientará sus planes y objetivos y, entre los mismos, citó especialmente un nuevo plan como el del Contrato Renault 2009, que ha sido superado por los acontecimientos, pero que se recuperará adaptado a los nuevos retos globales.

Ghosn significó que los trabajos de la empresa para superar esta fases de crisis se asientan sobre actuaciones que dejarán a la empresa en una situación muy favorable para abordar la nueva fases post crisis.

Una de estas actuaciones es una intensificación de las sinergias en la alianza con Nissan, en la que se abre una etapa con la creación de una nueva entidad que dirigirá las distintas fases de colaboración.

Sobre las recientes ayudas concedidas por el Gobierno francés, Ghosn fue taxativo al subrayar el término ayudas, "que no donaciones", pues se trata de préstamos por 3.000 millones de euros amortizables a un tipo de interés del 6%.

Ghosn admitió que el tipo de interés medio actual con el que Renault trabaja en sus créditos está en torno al 4% y que este tipo de interés el Gobierno es superior, pero lo defendió, porque acudir al mercado financiero en busca de circulante en la actualidad tiene intereses del 9%.

Esto sirvió a Ghosn para indicar que "mientras el sistema financiero tenga la mano cerrada será muy difícil superar este entorno de crisis".