Puede que el nombre de Piher-Nacesa no suene de nada a la mayoría de los lectores porque es difícil que aparezca en los medios. Se trata de una empresa afincada en Tudela (Navarra) que cuenta con más de 40 años de experiencia, casi 400 trabajadores y dos Expedientes de Regulación de Empleo, uno en vigor y otro que acaban de presentar desde la dirección de la empresa. Este caso es sólo un ejemplo de que la 'segunda generación' de ERE ya está aquí: son expedientes que alargan los anteriores o que replantean las condiciones (generalmente a peor) y que, en muchos casos, eliminan el apelativo de 'temporal'.
Los sindicatos han denunciado por activa y por pasiva el uso indiscriminado que se está haciendo por parte de las empresas de los ERE temporales. Lo cierto es que, desde mediados del año pasado, los anuncios de suspensiones se han multiplicado, y el proceso se ha acelerado aún más en los últimos meses: en lo que llevamos de año, más de 70.000 trabajadores se han visto perjudicados por uno. Pero ¿qué pasa cuando se acaba el plazo para el que estaban previstos? Pues que si la situación de la empresa no ha mejorado —algo bastante complicado según está el panorama económico— la empresa tendrá que decidir si presenta otro ERE temporal o se deshace de parte de su plantilla.
En Piher-Nacesa, por ejemplo, han optado por las dos opciones. De una suspensión temporal de 28 días han pasado a plantear otro nuevo de 42, además de 31despidos "por causas objetivas y con indemnización pactada" (o bajas voluntarias). "El problema es que en la industria en la que trabajamos [la empresa fabrica potenciómetros para electrodomésticos y automóviles] está todo parado. No hemos perdido clientes sino que nuestros clientes también están en regulación y sus ventas han caído porque la gente no consume igual", cuentan desde el comité de empresa. En teoría, el primer ERE se extendía desde noviembre hasta abril pero, por la falta de pedidos, ya han consumido 20 de los 21 días. La única solución para la empresa ha sido presentar otro y prescindir de parte de sus trabajadores.
"Hasta ahora, los ERE temporales se presentaban mientras se esperaba a que la demanda se recuperara pero el problema es que desde que se presentaron los primeros hasta ahora, la situación no ha hecho más que empeorar", explica Ángel Jurado, secretario de Política Industrial de la Federación minerometarlúrgica de CCOO en Madrid. Jurado explica que las más afectadas son las PYMES porque tienen menos recursos a la hora de hacer frente a las dificultades no sólo de demanda, sino de falta de créditos.
Las grandes empresas tampoco lo están pasando bien. SEAT tiene dos ERE temporales en marcha y el segundo de ellos afecta a más de 4.600 empleados, casi la mitad de la plantilla de las plantas de Barcelona y Martorell. Para intentar arreglar la situación, la dirección está intentando agenciarse la fabricación del nuevo modelo de Audi A3 aunque, si lo consigue, "haría falta plantear un ERE de dos años (hasta 2011) mientras se construyen las instalaciones necesarias. Ésa es la propuesta pero no hay nada hablado ni acordado", cuentan desde la sección sindical de la empresa.
Como indican desde CCOO, "el ERE temporal no es una solución en sí mismo. No vale plantearlo para retrasar el problema y no sirve si no se buscan, mientras tanto, otras soluciones". Y, además, los Expedientes temporales no pueden encadenarse sin fin. "Los trabajadores pueden estar, como máximo, dos años cobrando el paro. Pero hay otros que a los que no les corresponderá tanto tiempo así que cuando consuman su paro, tendrán que despedirlos", comenta Ángel Jurado.
Por el momento —y mientras que los trabajadores afectados por las suspensiones temporales puedan apurar su paro — no asistiremos a despidos masivos pero los sindicatos apuntan a que las PYMES sí que están sufriendo una sangría de trabajadores. Por eso han planteado al Ministerio de Trabajo que el tiempo que los trabajadores estén afectados por un Expediente de Regulación no compute como tiempo cobrando el paro.
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