Addis Abeba.- El líder libio, Muamar Gadafi, fue elegido presidente de la Unión Africana (UA) para el próximo año en la Cumbre que celebra la organización en Addis Abeba, donde los conflictos que afectan al continente han quitado el protagonismo a la discusión prevista sobre el desarrollo de las infraestructuras.
La elección de Gadafi se produjo en una votación secreta durante la 12 Sesión Ordinaria de la Asamblea de la UA, que los líderes africanos celebran hoy y mañana en Addis Abeba, después de que su designación fuera anunciada por el hasta hoy presidente del organismo, el jefe del Estado de Tanzania, Jakaya Kikwete.
Una veintena de gobernantes africanos, reunidos ayer a puerta cerrada en una sesión inaugural de la Cumbre, decidieron la elección del coronel Gadafi, que ha sido en los últimos años el principal impulsor de la creación de unos Estados Unidos de África, con un Gobierno común basado en el modelo de la Unión Europea.
Tras conocerse su elección, Gadafi, que ha dedicado una gran cantidad de fondos de su país a la integración africana, aseguró que insistirá en que los países soberanos del continente creen los Estados Unidos de África, para los que quiere un Ejército, una divisa y un pasaporte, además de un Gobierno, comunes.
El gobernante libio, que llegó al poder en su país en un golpe de estado militar en 1969, admitió que, en lugar de la integración inmediata que propugna, se avance progresivamente.
Ayer, la Cumbre de la UA aplazó la creación de los Estados Unidos de África y una veintena de gobernantes africanos reunidos en la capital etíope decidieron avanzar de modo gradual hacia ese objetivo, con la transformación de la Comisión de la organización en una Autoridad con mayores competencias.
Los Estados Unidos de África, que Gadafi promueve, ya se plantearon este objetivo en 1963, con ocasión de la creación de la Organización de Unidad Africana (OUA).
Por su parte, Kikwete agradeció hoy a la Cumbre el apoyo que durante el año que ha pasado en la Presidencia de la UA les han ofrecido los países miembros y manifestó que espera que "se ofrezca el mismo respaldo a Gadafi".
La Presidencia de la Unión Africana es un cargo rotatorio y los gobernantes del continente eligen cada año a uno de ellos para ocuparlo, como sucedió con Kikwete en la Cumbre celebrada por la organización panafricana el pasado año en Addis Abeba.
En la reunión de hoy estaban el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y también el secretario de la Liga Árabe, Amro Musa, quienes tratarán con los gobernantes africanos los conflictos que afectan al continente y la situación en el territorio palestino de Gaza.
Los conflictos del Congo, de Sudán y Somalia, la crisis y la epidemia de cólera en Zimbabue y los golpes de Estado en Mauritania y Guinea Conakry, además de los disturbios en Madagascar y los ataques israelíes que han destruido el territorio palestino de Gaza serán las cuestiones que centrarán las discusiones de la Cumbre.
El propio Ban Ki-moon se dirigió hoy a la Cumbre para señalar que las víctimas civiles son "inaceptables" en cualquier circunstancia, al referirse a los ataques israelíes a Gaza, cuestión sobre la que también insistió Musa.
El pasado viernes, la UA condenó la "agresión de Israel" a Gaza y defendió el derecho de los palestinos a tener su propio Estado con Jerusalén como capital.
La UA ha advertido también de su intención de imponer sanciones a los regímenes golpistas que no regresen al camino constitucional, en relación con los casos de Mauritania y Guinea Conakry y advertido a la oposición de Madagascar que no salga de la senda de la legalidad.
En el caso de Zimbabue, ha pedido a la comunidad internacional, en concreto a EEUU y la Unión Europea, que levanten las sanciones impuestas al régimen de Harare tras el compromiso de Gobierno y oposición de formar un Ejecutivo de unidad nacional la semana próxima.
Por otro lado, ha señalado que espera que la elección de Sharif Sheikh Ahmed como nuevo presidente de Somalia lleve al país a la "reconciliación, paz y estabilidad".
Un tema espinoso en la reunión es el conflicto de Darfur, en Sudán, y la petición de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional de una orden de detención contra el presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, por crímenes de guerra y contra la humanidad, a la que se oponen buena parte de los líderes africanos.
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