La cumbre de Madrid sólo deja promesas de más encuentros

Vale que sólo ha sido una minicumbre de día y medio pero la Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria que ha tenido lugar entre ayer y hoy en Madrid tenía que haber dado para algo más. Ésa es, al menos, la impresión que tienen las asociaciones y ONG que desarrollan proyectos para luchar contra el hambre en el mundo. El resultado es una declaración de tres folios —la que se ha llamado 'Declaración de Madrid'— en la que los asistentes, en su mayoría representantes de más de 100 países, se compromenten a abrir una etapa de diálogo para intentar conseguir el primer Objetivo del Milenio: reducir la proporción de personas que sufren hambre en el mundo a la mitad en 2015. Pero ¿no nos suena ya esta historia?

"Nosotros no estamos en contra de las cumbres 'per se' porque es mejor que se trate el tema a que se tenga olvidado. Pero reunirse sólo no basta, es necesario que al final haya conclusiones reales", indicaban representantes de Médicos sin Fronteras. Y las conclusiones que se esperaban de esta reunión no eran muchas, al menos desde punto de vista de las ONG, que se han mostrado muy críticas desde el principio. "Se convocó la reunión muy rápido, sin que hubiera apenas tiempo para que muchos actores de la sociedad civil —sobre todo de los países en vías de desarrollo— pudieran preparlo", cuenta José Antonio Hernández, portavoz de Agricultura de Intermón Oxfam. Además, el encuentro de Madrid parecía un revival de las cumbres sobre alimentación de 1996 y 2003, en las que el objetivo era prácticamente el mismo. El escepticismo de las organizaciones parecía justificado. .

Finalmente, las conclusiones les han dado una de cal y otra de arena. Los asistentes han acordado —a propuesta de España— intentar desarrollar una Alianza Global para la Agricultura, la Seguridad Alimentaria y la Nutrición, una idea que también surgió en anteriores reuniones y que les hace ser desconfiados. Lo bueno de la idea es que, para conseguir el objetivo, se plantea la necesidad de abrir un proceso de diálogo abierto a todos los actores "incluyendo organizaciones de agricultores, de la sociedad civil, de mujeres, sector privado y gobiernos de países en desarrollo, así como organizaciones internacionales y regionales".

"Es absurdo intentar erradicar el hambre si no se tiene en cuenta a los principales protagonistas como los pequeños agricultores, que es lo que ha pasado en esta cumbre", indicaban desde Ayuda en Acción. Lo cierto es que en las mesas redondas se han sentado representantes de países, miembros de organizaciones internacionales (FIDA, Banco Mundial, FAO, UNCTAD) pero muy pocas ONG.

Tanto la CONGDE (Coordinadora Nacional de ONG para el Desarrollo de España) como Oxfam International y Médicos Sin Fronteras Internacional pudieron participar en las mesas desde la denominada 'fila cero'. "Eso se traduce en cuatro minutos de intervención al final de los debates. No se puede decir que estemos decepcionados porque, con este panorama, no esperábamos mucho. Lo que sí esperamos es que las intenciones no se queden en papel mojado y a partir de ahora sí cuenten con nosotros", explicaba una representante de Ayuda en Acción.

Conclusiones poco concluyentes

Además de la intención de seguir dialogando para intentar paliar el hambre que sufren casi 1000 millones de personas, pocas conclusiones más se han sacado de esta minicumbre. En la ceremonia de clausura, Zapatero se ha sacado un as de la manga y ha arrancado los aplausos del público al anunciar que España destinará 1000 millones de euros en los próximos cinco años en seguridad alimentaria.

¿Es una cifra suficiente teniendo en cuenta que la FAO estima que se necesitan entre 25.000 y 40.000 millones de dólares al año para erradicar el hambre? El anuncio se ha aceptado, en general, con bastante resignación entre las ONG, que admitían que el dinero no era suficiente pero que significaba un ejemplo del compromiso del actual gobierno. "Todo es siempre poco, pero estamos en el buen camino. Como dijo ayer Moratinos, España se ha comprometido a destinar el 0,7% del PIB a ayuda al desarrollo al final de esta legislatura y parece que lo va a conseguir, lo que también indica que otros países podrían hacerlo", dice Carlos Ugarte, de Médicos sin Fronteras. "¿Cuánto dinero se ha destinado a la banca? Si quisieran, el problema podría solucionarse. Son sólo 200 de los 30.000 millones que se necesitan cada año", se comentaba en un corrillo tras el anuncio de Zapatero.

José Antonio Hernández, de Intermon Oxfam, resumía muy bien la sensación con la que abandonaban muchos 'representantes de la sociedad civil' la reunión. "Afrontamos las conclusiones con un escepticismo esperanzado. No es que desconfiemos pero ya hemos pasado por esto otras veces y estaremos vigilantes sobre el rumbo que tomen esas negociaciones".

Lamentablemente, los resultados de esta reunión no podrán verse a corto plazo. Aún no hay una 'hoja de ruta' para llegar a esa Alianza Global para la Agricultura, la Seguridad Alimentaria y la Nutrición y después tendrán que ponerse a trabajar. Pero, como recordó ayer el director de la FAO, Jacques Diouf, "a este ritmo, el hambre en el mundo no se reducirá a la mitad en 2015 sino en 2150" por lo que urge la toma de decisiones. Al fin y al cabo, como ha dicho Ban Ki Moon en la clausura de la reunión de Madrid "hay casi 1000 millones de hambrientos. Las estadísticas son tremendas pero las hitorias de cada familia, de cada niño desnutrido, son realmente horribles".