Continúa ese idilio que la música y la moda han mantenido desde mediados del siglo pasado (qué lejano parece, cuando en realidad podría ser simplemente el año 1962). En los últimos años es la moda la que encuentra una gran fuente de inspiración en grupos y músicos, generalmente de corte alternativo, para dar forma a sus colecciones. La última muestra llega de la mano de la línea Prorsum de Burberry. Christopher Bailey ha elegido al cantante de One Night Only, George Craig, para protagonizar la campaña de la temporada primavera-verano 2009. Además, también ha prestado su –bastante bello, por cierto- rostro para la versión masculina de la colonia Brit de la misma firma.
Las fotografías de la campaña de moda han corrido a cargo de Mario Testino, que realizó la sesión en un invernadero a las afueras de Londres y ha contado, además de con George Craig, con otro nutrido grupito de jóvenes de aspecto lánguido y muy (muy) británico. Como vemos, la elección del músico no ha sido casualidad: representa fielmente el espíritu Burberry, es guapo, de porte elegante, bastante popular en ciertos círculos aunque sin ser una celebrity y tiene oficio y beneficio. Éstos son los requisitos que buscan las grandes firmas de moda en esos improvisados modelos-músicos que últimamente les ha dado por fichar para sus campañas. De hecho, Burberry ya había hecho lo propio en 2007 con Patrick Wolf, que posó más que dignamente también para Testino sin desentonar ni un ápice entre los demás modelos profesionales.
El mismo Pete Doherty que puede tener el aspecto más lamentable también es fuente de inspiración para más de un diseñador. En 2007 posó en una campaña de Roberto Cavalli con una sorprendente imagen sexy y glamourosa, aunque si hay alguien que de verdad le admira, ése es Hedi Slimane. En su época al cargo de Dior Homme, Pete era todo un gurú de estilo para el creador, que no se cortaba en realizar colecciones enteras inspiradas en el estilo del Pete más limpio, elegante y rockero trendsetter. Por todos es conocida la afición de Slimane a la fotografía, y uno de sus trabajos más sonados –e incluso descatalogado ya- fue el libro 'London. The Birth of a Cult', en el cual ejerció de testigo del renacimiento de la escena rock londinense, con Doherty a la cabeza. Con su objetivo consiguió sacar a la luz al Pete más atractivo y menos yonki, aunque también al más auténtico.
El idilio de Hedi Slimane con el rock británico continuó con los protegidos de Pete Doherty, The Paddingtons, a quienes prestó ropa para sus giras y también realizó una colección de Dior Homme inspirada en su look. Era la temporada primavera/verano 2005 y los modelos aparecieron en el desfile ataviados con los típicos pantalones híper entallados, americanas, camisetas fulares, vaqueros de colores y una actitud lánguidamente desafiante.
Una temporada después continuó el fenómeno fan de Slimane con The Horrors, una banda londinense de estética gótica-andrógina-punk que fue todo un hype en su día. Una vez más, les dedicó toda una colección e incluso les invitó a tocar en algún desfile. Desde luego que lo de Hedi Slimane con los rockeros jóvenes británicos no era amor, era una obsesión.
Ahora con un nuevo diseñador, Kris Van Assche, Dior Homme se vuelve a acercar a la música; esta vez, le han encargado al dúo francés Justice la música para la campaña de esta primavera-verano.
Más muestras de grandes firmas fanáticas de la música indie: Gucci se inspiró en el look de adolescente ochentero de The MGMT para su colección de este invierno de hombre. Incluso en el desfile la música corrió a cargo del dúo de Brooklyn.
Karl Lagerfeld, el hombre que posee 70 iPods, es todo un apasionado de la música. Ya en 2002 los belgas Vive la Fête actuaron en directo en uno de sus shows, y el año pasado la imagen de su colección crucero era todo un homenaje al peinado de Amy Winehouse. Incluso en el desfile peinó a las modelos con el característico moño de la cantante británica.
Por último, Nicholas Guesquière, alma mater de Balenciaga, eligió a su amiga Charlotte Gainsbourg para la campaña de este invierno. Charlotte, además de actriz, musa e hija de Serge Gaisbourg y Jane Birkin, también es cantante, y su look de chica-delgaducha-de-rostro-interesante-y-aire-meláncolico va que ni pintado para la imagen de la casa Balenciaga.
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