Barcelona.- Las fuertes rachas de viento que afectan a la mayor parte de Cataluña desde anoche y que pueden llegar a los 160 kilómetros han causado la caída de ramas de árboles y objetos diversos en las calles, y han afectado también a cinco carreteras.
Los Bomberos de Barcelona han debido trabajar a fondo durante toda la noche y la madrugada de hoy por múltiples alertas relacionadas con el fuerte viento, como caídas de andamios, contenedores de basuras desplazados, ramas de árboles, macetas y elementos diversos del mobiliario urbano rotos.
Según informa hoy el Servicio Catalán de Tráfico, cuatro carreteras están afectadas a estas horas por caídas de árboles y otros objetos en el asfalto, y en la autopista AP-7 se ha decretado la restricción de la circulación de camiones en el último tramo antes de entrar en Francia, como medida de precaución ante el fuerte viento que sopla en esta zona del Alt Empordà.
Las carreteras C-17, a la altura de La Garriga (Barcelona), y la GIV-5324, en Brunyola (Girona), están cortadas a la altura de los kilómetros 25 y 1, respectivamente, por árboles caídos a la vía, que se espera puedan ser retirados en las próximas horas.
En la C-58, en el término de Viladecavalls (Barcelona), se ha debido cerrar el carril derecho en sentido Barcelona por la invasión de la vía de un objeto, y en la N-141e, en Bescanó (Girona), se ha cortado la circulación en ambos sentidos en medio kilómetro entre los puntos 103 y 103,50 por el mismo motivo.
El Centro de Coordinación Operativa de la Generalitat activó ayer la fase de alerta del Plan de Protección Civil de Cataluña por el riesgo de que durante todo el fin de semana haya vientos que puedan superar los 160 kilómetros por hora en las comarcas del Alt Empordà (Girona), Baix Ebre (Tarragona) y Baix Camp (Tarragona).
Ante esta situación, la Generalitat ha pedido a los municipios que apliquen medidas de precaución específicas en relación al mobiliario urbano, el alumbrado público, las motos y coches aparcados, las grúas, los contenedores y los árboles, ante el riesgo de que sufran afectaciones por el viento.
Este vendaval que afecta a Cataluña podría ser el causante del derrumbe de un muro de unos dos metros y medio de altura que ayer cayó encima de una mujer de 52 años en la calle Llacuna de Barcelona y que murió a causa de las heridas que sufrió.
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