Londres.- La National Gallery de Londres prepara una exposición de la imaginería española que reunirá dieciséis esculturas policromadas en madera y otros tantos cuadros de los más grandes artistas de ambos géneros.
La exposición, titulada "The Sacred Made Real" (Lo Sagrado Hecho Real) y que podrá visitarse del 21 de octubre al 24 de enero del 2010, pretende ser, en palabras de su comisario, Xavier Bray, "una conversación entre ambas técnicas".
"Tradicionalmente, los historiadores del arte han trabajado separadamente bien sobre pintura, bien sobre escultura policromada, pero sin mezclarlas", explica Bray, quien pretende ahora "reunir los dos medios" y mostrar sus estrechas interrelaciones.
Lo original de los imagineros españoles, según el experto, es que, al igual que los escultores griegos del período clásico, y a diferencia de los artistas del Renacimiento o el barroco italiano como Miguel Ángel o Bernini, policromaban sus esculturas.
La exposición tratará de hacer que el espectador vuelve a apreciar el arte de la policromía, practicado con auténtica excelencia sobre todo por Francisco Pacheco, maestro de Velázquez y Alonso Cano, que policromó muchas esculturas de Martínez Montañés.
"Sabemos, por otro lado, que a Francisco de Zurbarán le encargaron tallar y policromar un crucifijo para los mercenarios de Llerena en 1624, hoy desgraciadamente desaparecido", explica el experto británico.
Al mismo tiempo, los crucifijos y las imágenes de santos que pintó Zurbarán como el Cristo que se conserva actualmente en el Art Institute de Chicago "parecen esculturas" por el tratamiento que les dio el artista.
La exposición estará divida en varias secciones bautizadas "La búsqueda del realismo", "Retratos policromados", "Un cadáver en éxtasis: San Francisco", "El dolor contemplado", "Sala de profundis" y "Meditación sobre la Crucifixión".
Entre las piezas figuran crucifijos pintados o tallas en madera de Francisco Pacheco, Juan de Mesa, Zurbarán, imágenes de la Inmaculada Concepción de Montañés y Pacheco, Velázquez y visiones de santos de Alonso Cano.
Una de las obras de las que el comisario se siente más orgullo de que vengan a Londres es la Virgen de la Misericordia", de Zurbarán, procedente del Museo de Bellas Artes de Sevilla, que se contrapondrá a una excelente talla de "San Bruno", de Montañés, del mismo museo.
Igualmente impresionantes son una cabeza de San Juan de Dios, del Museo de Bellas Artes de Granada, y "La Cabeza Decapitada de San Juan Bautista, de la Catedral de Sevilla, que por su extraordinario realismo dejará sin duda boquiabiertos a los británicos.
Una escultura de San Francisco de Borja (Montañés y Pacheco) meditando con un cráneo en la mano como Hamlet,de la Universidad de Sevilla, podrá compararse con una pintura sobre el mismo tema de Alonso Cano, del Museo de Bellas Artes de la capital andaluza.
Del museo de Lyon (Francia) vendrá un igualmente extraordinario "San Francisco", de Zurbarán, que el comisario contrapondrá a una talla de Juan de Mena de la Sacristía de la Catedral de Toledo y a una pintura del mismo santo arrodillado también de Zurbarán que se conserva en Londres
El célebre cuadro de Velázquez "Cristo después de la flagelación contemplado por un alma cristiana", de la National Gallery, podrá admirarse junto a dos versiones escultóricas del "Ecce Homo", de Gregorio Fernández (Museo Diocesano de Valladolid), si por fin se consigue ese importante préstamo, y Pedro de Mena (Convento de las Descalzas Reales, Madrid).
Hay obras que no podrán, sin embargo, viajar a Londres porque las iglesias propietarias las se consideran "objetos de culto diario", algo que Xavier Bray dice respetar totalmente.
Sin embargo, el comisario está haciendo esfuerzos extraordinarios para conseguir que vengan algunas tallas que considera esenciales en una exposición como la que prepara.
Entre ellas está una maravillosa "Inmaculada", de Montañés y Pacheco, perteneciente a la iglesia de la localidad sevillana de El Pedroso y que vendría muy bien exhibirla junto a la "Inmaculada" de Velázquez que se conserva en la pinacoteca londinense.
Otras tallas que Bray quisiera traer son una emocionante "Dolorosa", de Pedro de Mena, que se conserva en la Iglesia de la Victoria, de Málaga, y una igualmente impresionante "María Magdalena, meditando", del Prado.
Bray confía en poder convencer sobre todo a las autoridades de la Iglesia responsables de las piezas cuya presencia en Londres aún no es segura de la importancia de exhibirlas aquí, no sólo por su extraordinaria importancia artística, sino también por la espiritualidad que transmiten y que será un valor añadido para los visitantes de fe cristiana.
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