La N-Acetilcisteína (conocido por muchos como Fluimucil) y otros mucolíticos están siendo recetados a mansalva por muchos médicos y comprado a espuertas por la población en estas fechas. Pero, ¿sabías que no han demostrado eficacia clínica alguna en gripes y resfriados y muchas guías clínicas desaconsejan su uso?
Los que llevan tiempo leyéndome saben mi dura opinión sobre las medicinas alternativas en general. Siempre me ha parecido que vender curas y ofrecer falsas esperanzas a la gente con remedios que no han demostrado efectividad alguna es de una ausencia de ética absoluta. Desafortunadamente, también en la medicina diaria, la que presume de ser "científica", podemos encontrar casos concretos en los que los tratamientos utilizados no tienen eficacia demostrada. Y lo peor no es eso, lo peor es que muchos de esos tratamientos que no han demostrado nada son recetados por médicos que lo saben perfectamente.
El caso del Fluimucil y otros mucolíticos es uno de los más populares sobre este tema (también las vitaminas). La N-Acetilcisteína (a partir de ahora, NAC) es famosa en España por el nombre comercial de Fluimucil, pero existen también de otras marcas y hay gran variedad de genéricos de múltiples empresas farmacéuticas (nadie quiere perder su parte del pastel). Entre los otros mucolíticos más utilizados, aparte del NAC, se encuentran la carbocisteína y la bromhexina (que era la antigua composición del Bisolvón, ahora tiene una nueva) y un derivado de éste último, el clorhidrato de ambroxol (conocidos por algunos por el nombre de Mucosolvan).
Todos los fármacos comentados antes pertenecen al grupo de los mucolíticos (el NAC también tiene otras acciones como antídoto ante un abuso de paracetamol). Se llaman así porque, en teoría y en el laboratorio, estos medicamentos fluidifican el moco (lo hacen menos espeso y viscoso) al romper ciertas proteínas presentes en éste. Al estar más líquido el moco se supone que la expectoración (la expulsión de mocos, vamos) se facilita.
Pero una cosa es la teoría y el laboratorio y otra la realidad del cuerpo humano. Y la realidad es que no existen estudios clínicos que avalen la eficacia de los mucolíticos en gripes ni resfriados. De los pocos realizados, la mayoría no encuentran señal alguna de eficacia comparado con el placebo, y los pocos que sí la encuentran ésta es mínima o el ensayo es una chapuza. Respecto al NAC y la carbocisteína, no se ha demostrado que ayuden al aclaramiento y el transporte del moco. Tiempo han tenido para valorar si es útil o no, pues muchos de esos medicamentos llevan décadas en el mercado. Si fuera mal pensada, creería que es porque saben que no hay nada que demostrar...
Eso sí, estos fármacos sí han demostrado cierta eficacia (tampoco es para lanzar cohetes....) en bronquitis crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y fibrosis quística.
En muchos libros de farmacología y guías de medicamentos se les considera fármacos de nula, dudosa o baja eficacia en gripes y resfriados (y eso siendo generosos). De hecho, muchos de estos mucolíticos estuvieron hace años dentro de la Seguridad Social y eran "gratuitos" mediante receta. En 1998, con el famoso "Medicamentazo" se restringieron mucho los fármacos financiados por la Seguridad Social. Los primeros en eliminarse de la financiación fueron aquellos fármacos que tenían una eficacia nula, dudosa o no demostrada. ¡Oh, sorpresa! La mayoría de mucolíticos (algunos aún siguen presentes) fueron expulsados de la financiación pública sin contemplaciones.
Llama la atención, que estos medicamentos que fueron rechazados en su día por temas de eficacia por la Seguridad Social sean tan populares a día de hoy cuando llegan los brotes de gripes y resfriados. Que los compren la gente de a pie, tiene un pase. No tienen por qué saber la eficacia de los medicamentos que toman (aunque la verdad, visto lo visto, no vendría mal). Pero lo más gracioso es que muchos médicos (otros no, pues no lo consideran ético) aún sabiendo que no ha demostrado eficacia lo recetan para estos casos. Sobre este peliagudo tema, hay varias posturas entre los galenos:
Y es que llama la atención que la gente se esté gastando un dineral por estas fechas en fármacos que no han demostrado que funcionen, cuando el tratamiento más efectivo y demostrado para fluidificar el moco y expectorar sale prácticamente gratis: ¡Es el agua!
Cuanto más hidratada esté una persona durante un resfriado o una gripe, más acuoso será el moco y más fácil será de expulsar. Si la composición del moco es en un 95% agua y en un 3% proteínas, ¿qué es más lógico? ¿Gastarse dinero en medicamentos (con sus respectivos efectos adversos) en fármacos de dudosa eficacia para ver si me hace algo en ese 3% de proteínas o beber mucha agua (sin efectos adversos) que ha demostrado ser eficaz contra la mucosidad y no hace falta soltar el dinero? De verdad, a veces parece que el mundo se encuentre inmerso en una bruma de gilipollez... y de mocos.
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