Washington.- El presidente electo de EE.UU., Barack Obama, y el mandatario mexicano, Felipe Calderón, se reunieron hoy, por primera vez, con tono optimista y sin esquivar temas espinosos de la agenda bilateral, como el tráfico de armas y drogas y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Siguiendo una tradición política iniciada con Ronald Reagan en 1980, el gobernante electo estadounidense se reunió en privado con Calderón en el Instituto Cultural de México y, mientras paladeaban manjares mexicanos, repasaron los temas más acuciantes de la agenda binacional.
Así, la inmigración, la seguridad fronteriza y regional, el combate al tráfico de armas y drogas y la violencia fueron también el plato fuerte de su encuentro de poco más de una hora.
Ambos se presentaron ante los periodistas muy sonrientes y frente a las cámaras se dieron varios apretones de mano.
Como ya lo han hecho sus predecesores, Obama dijo que prometió abrir "una nueva página" en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, y se propuso mitigar las "tensiones de los últimos años" con algunos países de la región, sin ofrecer detalles.
A ocho días de convertirse en el primer presidente afroamericano de EE.UU., Obama elogió el "extraordinario valor" de Calderón en la lucha antinarcóticos e insistió en que México es "un aliado firme" y que durante su mandato, la alianza entre ambos países puede ser "aún más fuerte".
Calderón, por su parte, pidió una alianza estratégica para tratar asuntos como la seguridad y la lucha contra el crimen organizado.
"Mientras más seguro esté México, más seguro estará EE.UU.", argumentó Calderón, quien consideró que el diálogo de hoy representa "el principio de una extraordinaria época de cooperación y de relación" entre las dos naciones.
Con este encuentro cumplieron la tradición de que el mandatario electo estadounidense se reúne con el jefe de Estado del vecino del sur antes de su toma de posesión, que en el caso de Obama será el próximo 20 de enero.
Durante la reunión, Obama apoyó la idea de "mejorar" el TLCAN, puesto en marcha por México, EE.UU. y Canadá en enero de 1994, precisó el próximo secretario de prensa, Robert Gibbs.
En un comunicado de casi dos páginas, Gibbs dijo que Obama "expresó su continuo compromiso para mejorar el TLCAN y fortalecer las cláusulas laborales y ambientales, para que reflejen los valores que comparten ampliamente ambos países".
Además, "propuso la creación de un grupo de consulta que trabaje en varios asuntos importantes para EE.UU. y México, incluyendo el TLCAN, la energía y la infraestructura", apuntó.
Obama también respaldó los esfuerzos de los Eestados en ambos lados de la frontera común para "erradicar la violencia relacionada con las drogas y para frenar el flujo de armas y de dinero" hacia México.
Aunque ambos países aseguran que la lucha contra el tráfico de drogas y el crimen organizado es una "responsabilidad compartida", México quiere que EE.UU. tome acciones más contundentes en contra el tráfico de armas, que nutre la "narcoviolencia".
Según la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de EE.UU. (ATF), el 90 por ciento de las armas confiscadas en México proviene de Estados Unidos.
Durante el encuentro, Obama subrayó, además, su compromiso de trabajar con el Congreso para corregir el maltrecho sistema de inmigración y promover una migración segura, legal y ordenada".
La Iglesia católica y grupos pro-inmigrantes elogiaron la reunión y confiaron en que el próximo jefe de la Casa Blanca podrá cumplir su promesa electoral de aplicar una reforma que permita la legalización de la población indocumentada en Estados Unidos.
Mientras, bajo el paraguas de la Alianza para un Comercio Responsable, unos 60 grupos cívicos opuestos al TLCAN reiteraron hoy su llamado para que Obama renegocie dicho pacto comercial.
Calderón se opone a esa idea y en noviembre pasado advirtió a Obama de los efectos nocivos que tendría una corriente proteccionista o la renegociación del convenio.
Como parte de su visita de trabajo, el jefe de Estado mexicano se reunió con líderes de los ámbitos académico y financiero y, después del almuerzo con Obama, lo hizo con líderes demócratas y republicanos del Congreso.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, prometió continuar colaborando con México y respaldó la Iniciativa Mérida contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Reid ofreció su apoyo a Obama y Calderón "para implementar políticas que sean beneficiosas para ambas naciones".
Calderón concluirá mañana su visita con una reunión en la Casa Blanca con el presidente saliente, George W. Bush.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.