La carcelera que huyó con un cautivo invita a los rebeldes de las FARC a que sigan su ejemplo

Bogotá.-  Una guerrillera colombiana que desertó hace cinco días de las FARC y huyó con un secuestrado invitó hoy a quienes quedaron a cargo de los otros dos cautivos de los que ella era carcelera a que sigan su ejemplo.

"La situación de los secuestrados es muy triste", se lamentó "Miryam", alias de Zenaida Rueda Calderón, la rebelde que el sábado pasado se escapó junto al comerciante Juan Fernando Samudio, que estuvo veinte meses en poder de los insurgentes.

La mujer, de 37 años, y Samudio, de la misma edad, huyeron del campamento guerrillero el pasado viernes por la noche y, al día siguiente por la mañana se presentaron ante tropas del ejército acantonadas a pocos kilómetros de la base rebelde.

Samudio compartía la condición de secuestrado por el frente 51 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) junto a Carlos Arenas y Fernando Yate, quienes por razones diferentes no aceptaron la oferta de "Miryam" de unirse al plan de fuga.

Arenas la declinó por su avanzada edad, que la desertora calcula en unos 80 años, y Yate por creer que los guerrilleros habían descubierto el plan, según lo narró la ahora ex carcelera en una conferencia con la prensa en Bogotá.

La ex rebelde, madre de dos hijos, uno de 18 años y otro de 5, compareció acompañada por el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el comandante de las Fuerzas Militares, el general Freddy Padilla de León, lo mismo que por el antiguo rehén.

"Ojalá que los que están cuidando a Carlos Arenas y a Fernando Yate, y los que están cuidando a los demás secuestrados les den esa libertad a ellos, porque es mejor que se fuguen con los secuestrados, que permitir que se mueran de viejos o de alguna enfermedad, o que una bomba les caiga encima", dijo.

"Son personas que no merecen estar allá", agregó la ex rebelde, que no sabe dónde están sus hijos y que también desconoce si sus padres siguen con vida.

La mujer dijo que espera que estos insurgentes la escuchen y sigan el camino recorrido por ella.

"Espero que tomen la mejor decisión, la que yo tomé, para que no vayan a correr con la suerte de que los maten o caigan capturados", continuó, e insistió en exhortarlos a que "se desmovilicen, para que tengan una vida mejor. No sigan sufriendo allá".

"Miryam" había llegado en abril pasado como carcelera a la comisión rebelde que tenía secuestrados a Samudio, a Arenas y a Yate en algún lugar del centro de Colombia, presumiblemente en las selvas de Cabrera, población a 140 kilómetros al sur de Bogotá.

Cuatro meses después ella entabló un principio de amistad con Samudio, a quien comenzó a hablarle de la opción de fuga, según recordó el ahora ex secuestrado.

Samudio dijo que "Miryam" le había ofrecido sacarlo del campamento y dejarlo cerca de algún contingente militar, mientras que ella tomaba otro rumbo.

Sin embargo, la entonces rebelde replanteó la opción ante una advertencia que le hizo Samudio.

"Él me había dicho: 'qué va a hacer con dos enemigos, el ejército y la guerrilla persiguiéndola a usted. Mejor quédese con uno solo, que sea la guerrilla, y entréguese y desmovilícese", recordó la mujer.

"Fue un momento difícil, porque no es fácil salir de un cerco de la guerrilla", añadió la ex carcelera, en cuyas manos dejó el ministro de Defensa la decisión de quedarse en Colombia o viajar al exterior, como lo hizo "Isaza", rebelde acogido por Francia.

Este ex guerrillero desertó el pasado octubre para poner en libertad al antiguo congresista Óscar Lizcano, que estaba en el grupo de 29 secuestrados por las FARC con fines de canje por medio millar de rebeldes presos.