El Rey anima a "tirar del carro" mientras su sueldo sube el 2,7%

El paro es evidentemente un problema que no afecta a Juan Carlos I. De hecho, la Casa Real dispondrá en 2009 de un presupuesto de 8,9 millones de euros, un 2,7% más que en 2008, a pesar de que la congelación salarial será la tónica del próximo año para los españoles. Eso no impide que el monarca se haya solidarizado con "todos aquellos que han perdido su empleo" en el tradicional mensaje de Navidad. Su majestad confía en la inteligencia de sus súbditos para volver "a la senda del crecimiento".

Visiblemente preocupado por el futuro de su pueblo, el Rey ha comenzado su reflexión enumerando tres asuntos que le traen de cabeza como son "el treinta aniversario de la Constitución, la lucha contra el terrorismo y la crisis financiera y económica generalizada que atravesamos". Juan Carlos I está sensibilizado "especialmente por las numerosas personas que en nuestro país han perdido su empleo. Me preocupan sus familiares y tantos jóvenes que no encuentran trabajo. También cuantos ven amenazados o truncados sus proyectos y aspiraciones". Qué gesto tan auténtico habría sido acompañar las palabras por una significativa renuncia que sirviera de ejemplo a todos los españoles. Un no rotundo a la subida del 2,7 % que los presupuestos han asignado este año a la Casa Real y que supone un gasto de 8,9 millones de euros para las arcas del Estado. Que una figura como la suya se apretase el cinturón en tiempos tan duros, supondría una inteligente inversión para una institución que este año no ha estado muy inspirada en sus declaraciones.

Sin embargo, el monarca ha preferido pasar la bola al "conjunto de nuestras fuerzas políticas, económicas y sociales". Y a pesar de declarar con entusiasmo que "juntos podremos vencer problemas y dificultades si actuamos con realismo, rigor, ética y mucho esfuerzo, anteponiendo siempre el interés general sobre el particular, buscando acuerdos y soluciones con generosidad, responsabilidad y amplitud de miras", él mismo no parece contemplarse como protagonista primero de esa altruista retahíla. La confianza que ha mostrado en los valores de los españoles le ha llevado a animar al pueblo a contribuir a la salida de la crisis en la medida de las posibilidades de cada uno. ''Despleguemos con inteligencia y tesón nuestra bien probada capacidad de superación, tirando del carro en la misma dirección, aportando cada uno su grano de arena".

Importantísimo le ha debido parecer hacer hincapié en el aniversario de la Carta Magna, una celebración institucional que igual los españoles no han sabido valorar como merece. Sin embargo, al monarca no le pasa por alto su relevancia dado que es el marco legal que custodia y garantiza su permanencia. Quizá por eso, Juan Carlos ha arrancado con el treinta aniversario de la Constitución. "Sus reglas, valores y principios, son hoy nuestra principal fuente de fortaleza como Nación moderna, unida, solidaria y diversa, pues a todos nos guían y amparan para seguir avanzando en paz hacia nuevas metas", ha recordado. La condena al terrorismo también ha ocupado parte del discurso que ha concluido con un mensaje familiar: "En esta Nochebuena y en vísperas del Año Nuevo, la Reina y toda mi Familia se unen a mí para expresar a todos los españoles nuestro mayor afecto y mejores deseos, que dedicamos asimismo a cuantos extranjeros viven con nosotros. ¡De corazón, para todos, muy feliz 2009, y muy buenas noches!".