Costa do Sauípe (Brasil).- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, acusó hoy a Brasil de transformar en "diplomático" un problema a su juicio "comercial" derivado de la decisión de Quito de llevar a un arbitraje internacional un crédito otorgado por un banco de ese país.
"Un problema comercial y financiero se transforma en uno diplomático", lamentó Correa al expresar su deseo de que "regrese pronto" a Quito el embajador brasileño, Antonino Marques Porto, quien fue llamado a consultas hace casi un mes y actualmente está en Brasilia.
"Respetamos, pero no compartimos esa decisión" de llamar a consultas al embajador Marques Porto, sostuvo el mandatario ecuatoriano en una rueda de prensa que ofreció junto a otros presidentes de la región al término de la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) en el balneario brasileño de Costa do Sauípe (noreste).
El Gobierno de Ecuador ha recurrido a la justicia internacional para arbitrar un crédito por 286,8 millones de dólares contraído con el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil.
El préstamo fue concedido para las obras de una represa construida en Ecuador por la empresa brasileña Odebrecht que dejó de funcionar unos meses después de haber entrado en operaciones.
Al defender esa decisión, Correa recordó hoy que la empresa estatal brasileña Petrobras también planteó recientemente un arbitraje contra Ecuador sin consultar con ese país, aunque luego lo retiró gracias a un acuerdo.
No obstante, Correa no precisó si va a incluir el crédito del BNDES en la deuda externa que Ecuador está considerando no pagar por su supuesta ilegalidad, al ser preguntado por un periodista al respecto.
En esa misma rueda de prensa, el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, destacó que en una de las mesas en que los dos países discuten reivindicaciones de Asunción sobre el Tratado de Itaipú fue aceptada la posibilidad de que el Gobierno paraguayo pueda hacer una auditoría de la deuda que comparte con Brasil.
"Antes eso era intocable. Agradecemos a Lula por esa apertura", afirmó al referirse a la posibilidad de que su país pueda auditar la deuda de 20.000 millones de dólares por la construcción de la hidroeléctrica binacional de Itaipú.
El Ejecutivo paraguayo ha propuesto a Brasil que pague el 97% de esa deuda y Lugo confirmó que ese tema se trató hoy en la reunión bilateral que mantuvo con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aunque no dio más detalles.
"Las relaciones" con Brasil son respetuosas, "podemos tener diferencias pero no es para crear polémica", aclaró Lugo.
El Gobierno de Asunción también exige la revisión del Tratado de Itaipú, que estipula que cada país tiene derecho al 50 por ciento de la electricidad generada y que la energía no utilizada por alguna de las partes debe ser vendida al otro socio a precio de costo.
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