¿Algún compañero tuyo se deja encendida la pantalla del ordenador de la oficina después de irse a casa? ¿En tu centro de trabajo utilizáis lámparas fluorescentes o incandescentes? ¿Cuál es la temperatura dentro del edificio? Estas son algunas de las cuestiones del Test de Eficiencia presentado por WWF/Adena, junto a una calculadora de emisiones y una guía para conseguir paso a paso que tu oficina sea más sostenible y eficiente, algo que se verá también reflejado en la cuenta de resultados.
La guía 'OFFicinas eficientes', dirigida principalmente a pymes y ONG's, recomienda involucrar primero a la Dirección y designar después a un responsable de oficina para ayudar a realizar un inventario de los equipos consumidores de energía y un posterior plan de acción de gestión energética.
"Si seguimos consumiendo energía al ritmo actual, en 30 años el consumo se duplicará, y en 50 años se habrá triplicado", asegura Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF/Adena, quien afirma que las oficinas son "grandes devoradores de energía". Para éste ecologista, "los principales grupos consumidores como son los equipos ofimáticos, la iluminación, los electrodomésticos y la climatización". Con estas medidas se podría alcanzar "un ahorro energético que podría suponer hasta un 20%", detalla Evangelina Nucete, técnico de Eficiencia Energética y Transporte de esta organización.
Piensa globalmente y actúa localmente. Tu implicación es determinante para lograr que se modifiquen los hábitos insostenibles y, si tu jefe se queja, argumenta que con estas prácticas mejorará el rendimiento de los trabajadores y ahorrará considerablemente en las facturas de los gastos generales. Estos son otros consejos sencillos y prácticos recopilados por soitu.es para promover un medio ambiente más saludable dentro y fuera de la oficina:
La energía más limpia es la que no se consume. ¡Apaga la luz! Quizá sea una de las frases que más te repetía tu padre, una vez más tenía razón, es sólo cuestión de acostumbrarse a un hábito responsable que puede reducir considerablemente el consumo de energía. Apaga cuando salgas del despacho, o cuando sea innecesario tener la luz encendida. Si puedes disponer de luz natural, sube las persianas y disfrútalo: hay estudios que aseguran que la iluminación natural aumenta la productividad y mejora el estado de bienestar de los empleados. Se puede reducir hasta un 75% el consumo energético en días soleados.
Reemplaza las bombillas tradicionales por las de bajo consumo, gastan una cuarta parte de la energía y duran hasta cinco y diez veces más. Recomienda que se limpie el polvo a las bombillas, su iluminación será mejor y se ahorrará entre un 15% y 20% en el consumo energético.
Regula la temperatura. Los sistemas de control centralizados pueden reducir hasta un 30% el consumo energético. Si notas que la calefacción o el aire acondicionado en invierno están demasiado altos, pide a los responsables que lo bajen. Diferentes investigaciones aseguran que, con temperaturas ambiente demasiado altas, disminuye la capacidad de rendimiento, a partir de 24º C la frecuencia de errores aumenta considerablemente. En invierno lo más recomendable es mantener la temperatura en 20 ºC y en verano a 24 ºC. Recuerda también cerrar puertas y ventanas cuando esté funcionando el sistema de climatización y aprovecha la ventilación natural siempre que sea posible.
Puedes utilizar papel reciclado con total normalidad, es un falso mito que el papel reciclado atasca las impresoras o fotocopiadoras. Además su precio ha disminuido en los últimos años y es equivalente al precio del papel normal, porque la demanda ha aumentado, una prueba fehaciente de lo que podemos lograr como consumidores. Encuentra aquí direcciones útiles de distribuidores de papel reciclado en España.
También puedes utilizar el llamado papel ecológico, no es papel reciclado, sino papel no blanqueado. En el proceso de blanqueo del papel se utiliza dióxido de cloro y lavandina, liberándose compuestos organoclorados, muy dañinos para la salud y el medio ambiente. (Ver fuente)
Rechaza o reduce en la medida de lo posible papeles plastificados de fax o para imprimir, su reciclaje es muy complicado.
Reduce el consumo de papel aplicando sencillas prácticas: imprime sólo cuando sea necesario, y en ese caso, trata de imprimir por las dos caras de cada hoja, las fotocopias se pueden hacer a dos caras también, ajusta las propiedades de la impresora para imprimir documentos internos con baja calidad y ahorrar tinta, o incluso puedes imprimir dos páginas en cada cara, reduciendo el tamaño de los documentos. Si has impreso a una cara documentos que después no te resultan válidos, puedes conservarlos para imprimir por la cara vacía. Corrige los errores en pantalla, ahorrarás en el consumo de tinta y de papel, evitando impresiones dobles del mismo documento.
Recicla el papel utilizado depositándolo en los contenedores adecuados. En España se recoge el 60% del papel consumido del que se recicla el 100%. Es una cifra alta, pero todavía se puede mejorar. Cuando se recicla papel se ahorra entre un 45% y un 70% el consumo de energía con respecto a la fabricación de papel nuevo, y hasta un 70% de la contaminación atmosférica.
No utilices el inodoro como papelera y sobre todo no viertas productos químicos, además de malgastar agua, dificultas y encareces los procesos de depuración. Se pueden instalar cisternas con reducido de volumen de agua, de doble descarga o con interruptor de descarga y grifos monomandos de dos fases. En grifos antiguos se pueden instalar controladores o difusores del caudal, que pueden ahorrar entre un 30 y un 60% el consumo de agua, pero en caso de no disponer de estas instalaciones, opta por un consumo responsable de agua. Más información en la 'Guía de sistemas economizadores de Agua' editada por WWF Adena.
Las impresoras y fotocopiadoras son los aparatos que más energía consumen y el 80% del tiempo están encendidos sin uso. Apagarlos mientras no se usan es una conducta muy recomendable.
No te confíes con el sistema de 'stand by' o 'suspendido': pueden consumir hasta más energía que cuando el aparato está encendido, cuando no los estés usando, apaga completamente los equipos, especialmente por la noche y si vas a estar fuera más de una hora.
En cualquier caso, configura tu ordenador para que se quede suspendido tras 15 minutos de inactividad. Cada ordenador que se queda encendido 24 horas durante un año suponen 453 kg extras de emisiones de gases de efecto invernadero. Configura tu salvapantallas en negro, ahorra energía y si adquieres equipos nuevos fíjate en que tengan sistemas de ahorro de energía, el certificado de la estrella 'energy save' es el más extendido.
Aprovecha las oportunidades de las nuevas tecnologías digitales para reducir el consumo de energía y recursos (papel, tinta, fotocopias). Usa documentos electrónicos y compártelos con tus compañeros.
Reemplaza cartuchos y tonner desechables por recargables. (Aquí, más información)
Usa pilas y baterías recargables. Recicla. Deposita pilas, baterías, cartuchos de tinta y tonners usados de impresoras en puntos limpios.
Al trasladarte hasta la oficina, utiliza el transporte público en vez del coche. No te olvides de la bicicleta y al mismo tiempo mejorará tu estado físico. Y si ves inevitable el uso de transporte privado, puedes compartir vehículo con otras personas o pensar en sustituir tu coche por una motocicleta en transportes urbanos: consume menos combustible que los turismos y además te evitan atascos. Para evitar viajes de trabajo innecesarios, practica las teleconferencias o el intercambio de información por correo electrónico, entre otros.
*Vanessa Sánchez es ambientóloga y trabaja en la Fundación Global Nature
(Las conclusiones y puntos de vista reflejados en este artículo son responsabilidad únicamente de su autor y no representan, comprometen, ni obligan a las instituciones a las que pertenece).
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