Quito.- El novillero español Miguel Ángel Delgado salió por la puerta grande, en la penúltima corrida de la Feria de Quito "Jesús del Gran Poder", en la que su compatriota Juan Carlos Venegas cortó una oreja benevolente.
El rejoneador hispano Álvaro Montes y el novillero ecuatoriano Álvaro Samper recibieron cariñosas ovaciones en la Plaza de Toros Quito, en un festejo pasado por agua.
Se corrieron novillos de las dehesas de Trinidad (1,2,3 y 5), de Vistahermosa (para rejones el cuarto) y de La Concepción (7), que dieron un peso promedio de 440 kilos, de pitones cómodos, con tendencia a rajarse, buscaron tablas, faltos de raza y casta, además de flojos de remos, que rodaron por la arena.
El respetable llenó tres cuartos de la plaza quiteña que, al final del festejo, se sometió a una intensa lluvia, pese a lo cual el público no abandonó el escenario.
Montes vistió chaqueta plomo y sajones de cuero negro, en su jaca "Jamo", al iniciar el paseíllo, junto a Samper, de palo de rosa y oro; Venegas, de verde manzana y oro, y Delgado de grosella y oro.
Saltó en primer lugar "Costurero", un castaño al que Samper lo sujetó con verónicas, en el quite por chicuelinas, con la muleta derechazos y naturales, buscando el triunfo ante un toro falto de raza, que perdió gas, buscó tablas y murió con tres cuartos de estocada y cinco golpes de descabello. Aviso y opiniones divididas.
Con "Polvorero", de bonita estampa pero sin casta, Samper ejecutó capotazos sueltos, cubrió el segundo tercio, y en la faena de muleta sentado en el estribo, pero el toro pecó en lentitud, con la embestida alta, sin transmisión, por lo que el torero se fue a matar con estocada pescuecera, tres descabellos y dos avisos. Silencio.
Venegas, con "Jilguero", un toro castaño al que le recibió con verónicas despegadas, con revolera de tercio a tercio y al quite por chicuelinas; la faena con el péndulo en los medios y derechazos, pero el diestro salió comprometido con un varetazo que rompió su taleguilla.
El toro, además de soso, perdió gas y en medio de esos inconvenientes, Venegas salió trompicado, sin consecuencias, y luego cuajó manoletinas y se tiró a matar para dejar pinchazo hondo y tres descabellos. Palmas.
En el sexto, "Miracielo", un bonito castaño que salió suelto al albero, Venegas ejecutó capotazos en un momento en que la lluvia pasaba de amenaza a realidad, pero el diestro realizó estatuarios, derechazos a un toro aburrido muerto de buena estocada. Oreja al novillero y pitos al toro en el arrastre.
Delgado, a su primero, "Velador", lo recibió con cinco verónicas y media jaleadas, y con la muleta en los medios por alto, derechazos y naturales, entre palmas y música, cayó al descubierto pero se reincorporó rápido para ejecutar otras series a un gran toro, que murió de estocada fulminante. Una oreja y palmas al toro.
En el que cerró la tarde, "Sabiondillo", ya el aguacero arreciaba, pero Delgado se hizo aplaudir por verónicas en los medios, con el albero inundado; la faena con varias series de derechazos y naturales jaleados para dejar estocada calada, pellejera y otra entera-trasera al filo de tablas. Una oreja y salida por la puerta grande.
El rejoneador Álvaro Montes hizo una redonda actuación con "Sopladito", un toro parado y distraído, dejó rejones de castigo, banderillas largas y cortas, suerte de la rosa y medio rejón que no hizo efecto, por lo que acudió al descabello, dar diez golpes y escuchar un aviso. Palmas al caballero y pitos al toro.
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