Santiago de Compostela.- El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, ha avanzado hoy que el Gobierno gallego trabaja para conseguir que el decreto regulador de tarifas eléctricas aumente la potencia de las llamadas tarifas de último recurso, que serán las únicas que podrá regular el Gobierno cuando se liberalice el mercado, para que puedan acogerse a él las Pymes gallegas.
El jefe del Ejecutivo, además, indicó que tanto el Gobierno gallego como el español trabajan "activamente" para evitar una subida "abusiva" de las tarifas eléctricas
El presidente respondía así al diputado nacionalista Carlos Aymerich, que apostó por revisar el decreto regulador de las tarifas eléctricas, por entender que causará graves perjuicios a las Pymes gallegas, ya que sólo se podrán acoger las que tengan contratado hasta 15 kilovatios.
Además, Aymericha criticó la decisión del Gobierno central de adelantar la liberalización de las tarifas al próximo año, que a su juicio es poco oportuna máxime en el actual contexto de crisis.
El parlamentario nacionalista propuso, además de la revisión tarifaria, que se mantenga el límite de los 50 kilovatios de potencia para poder acogerse a la llamada tarifa de último recurso, y también apostó por descuentos en Galicia derivados de la proximidad entre consumo y producción, lo que supondría una "ventaja comparativa" para la Comunidad.
El jefe del Ejecutivo coincidió con Aymerich en que existen "ineficiencias serias" en la en la regulación del sistema tarifario, por lo que es precisa su revisión. En todo caso, destacó la decisión del Gobierno, que apoya la Xunta, de que no haya un incremento abusivo de las tarifas, máxime en época de crisis económica.
Pérez Touriño, igualmente, se refirió a la supresión de la tarifa nocturna, que afecta a más de 180.000 gallegos, un 18 por ciento del total español. Recordó que fue sustituida por una nueva tarifa de discriminación horaria, que cuenta con un periodo más largo que el anterior para ahorrar en el gasto de luz.
Esta tarifa, dijo, debe permitir un ahorro del tres por ciento para los antiguos usuarios de la tarifa nocturna y del ocho para los nuevos consumidores.
Igualmente, destacó la puesta en marcha de una nueva tarifa social, a la que pueden acogerse los consumidores que tengan menos de tres kilovatios de potencia contratada, lo que permitirá un ahorro de hasta el 16 por ciento respecto a la factura que pagaban hasta ahora.
"Coincidimos plenamente -con Aymerich- en que no podemos sentirnos plenamente satisfechos con ese cambio", ya que la tarifa social excluye a quienes tengan contratado más de 2,2 kilowatios, por lo que la nueva tarifa se aplicó escasamente en Galicia.
En este momento, indicó, están en discusión que se introduzca un bono social, que supondría que las compañías tendrían que devolver a los consumidores determinadas cantidades a los consumidores "más pequeños".
También destacó la puesta en marcha de las tarifas denominadas de último recurso, e indicó que se es1tá trabajando en la Consellería de Industria para que se plantee que la potencia máxima contratada se eleve hasta los 50 kilovatios, lo que ofrecería una posición "muy favorable para nuestros intereses".
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