Pamplona.- La fina lluvia caída a primeras horas de la mañana no ha impedido la celebración de los actos tradicionales en el Día de San Saturnino, patrón de Pamplona, en una jornada marcada por el frío al que han desafiado centenares de pamploneses que han disfrutado de la procesión y de los bailes de los gigantes.
Un año más los actos han comenzado poco antes de las 10:30 horas, cuando de la Casa Consistorial ha salido la Corporación municipal, encabezada por la alcaldesa, Yolanda Barcina, en cuerpo de ciudad hacia la vecina Iglesia de San Saturnino.
Desde el templo ha partido la procesión cívico-religiosa con la imagen del patrón, que ha recorrido varias calles del Casco Viejo ante la expectación de numerosos pamploneses que aguardaban el paso del cortejo, precedido por la Comparsa de Gigantes.
Le seguían cuatro guardias municipales, txistularis, dantzaris, timbales y clarines municipales, la imagen del Santo, el Cabildo de la Catedral, la bandera de la ciudad, maceros y libreas, los miembros de la Corporación municipal, el jefe de la Policía Municipal y un segundo grupo de guardias de gala, para cerrar el cortejo la banda de música La Pamplonesa.
De nuevo en la iglesia, que se encontraba abarrotada, a las 11 de la mañana ha comenzado la misa, presidida por el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, en una eucaristía que ha estado amenizada con la música la Capilla de Música de la Catedral, dirigida por el maestro Aurelio Sagaseta y con Julián Ayesa al órgano.
Concluida la celebración litúrgica, la Corporación municipal ha regresado a la plaza Consistorial, donde la comparsa de gigantes y cabezudos ha bailado acompañada de los txistularis y dantzaris, un momento muy esperado por muchos pamploneses que pueden ver así a las centenarias figuras en una de las pocas ocasiones en las que salen a la calle fuera de los Sanfermines.
Según ha recordado el consistorio pamplonés en una nota, la designación de San Saturnino como patrón de Pamplona fue adoptada por el Pleno del Ayuntamiento el 26 de noviembre de 1611, en consideración a la labor evangelizadora en la capital Navarra que la tradición atribuye al mártir cristiano.
En el acuerdo municipal se establece la obligación de organizar el día 29 de noviembre una procesión solemne desde la Catedral hasta su Iglesia, donde el Cabildo debe celebrar una "misa con sermón", mientras que se establecía que el día 28 se hicieran hogueras en la ciudad.
Según la tradición popular, San Saturnino fue obispo de Toulouse y visitó Pamplona, donde llegó a bautizar a 40.000 personas con agua del pozo existente frente a la iglesia actual, recordado hoy con una placa en el pavimento, donde además uno de los primeros bautizados fue Fermín, consagrado primer obispo de Pamplona después de evangelizar en tierras galas.
La misma tradición atribuye a San Saturnino su muerte como mártir en Toulouse, hacia el año 250, atado mediante una soga a un toro y arrastrado hasta ser descuartizado.
El culto a San Saturnino, que alcanzó gran popularidad en Francia, se intensificó en España y, concretamente en Pamplona, a partir del siglo IX como consecuencia del paso de peregrinos jacobeos a Compostela, circunstancia que está en el origen del burgo de San Cernin, uno de los tres núcleos urbanos en que se dividía la ciudad en la Edad Media.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.