Aburridos de la económica ¿jugamos a la crisis de Gobierno?

El propio Zapatero despertó la bicha al hablar de un Ministerio del Deporte. ¿Lo hizo aposta? Sólo el presidente lo sabe —quizá su primo o Javier de Paz, también— pero mientras, el personal se dedica a enredar en algo más entretenido que la situación económica. Para no variar, Chacón está en todas las listas para sustituir a De la Vega mientras que Sebastián se desinfla. ¿La verdad? Nadie sabe nada con certeza. Es el juego de los presidentes.

Resucita así la tesis de marzo, nada más ganar las segundas elecciones, donde se defendía que los dos vicepresidentes, tanto María Teresa Fernández de la Vega como Pedro Solbes, sólo estarían en el Ejecutivo los dos primeros años de legislatura, para ser luego sustituidos por Carme Chacón y Miguel Sebastián. Ese ventilador ha sido puesto en marcha por los que se aburren ya en sus puestos de Gobierno. La máquina ha comenzado a echar humo, aunque ése sea de pajas.

Zapatero dio el pie con lo del Ministerio de Deportes. "Es una mención claramente intencionada" opina un experto 'zapaterólogo', buen conocedor de los pasillos de La Moncloa. El presidente "sabía que con citar a ese ministerio para la próxima remodelación, azuzaba la rumorología y las especulaciones. Ha aprendido cómo agitar y distraer al personal" añade el experto. La tesis es que, a la vista de lo que se publique en cada medio, en La Moncloa deducen y concluyen, más o menos acertadamente, por donde se orientan las aspiraciones de cada ministrable.

Por ejemplo: "La mayoría de lo que se publique en La Sexta o Público, se considerara instigado y orientado por los deseos de Miguel Barroso y su esposa, la ministra de Defensa, Carme Chacón, muy bien situados siempre al lado de ZP", comenta con tono jocoso el mismo experto en 'zapaterismo'.

Con esa plantilla para la tesis, lo que se publique en el grupo de Pedro J. Ramírez —Expansión o El Mundo, aunque sean muy diferentes— se atribuirá a las tribulaciones del ministro de Industria, Miguel Sebastián y alguna otra ex-ministra. Pero por supuesto, de lo que aparezca sobre crisis en Prisa —que no está en sus mejores relaciones con el presidente Zapatero— habrá que culpar en primer grado al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y dependiendo del periodista que firme la información, a María Teresa Fernández de la Vega o algún otro ministro más social, como el de Trabajo, Corbacho, o la de Educación, Mercedes Cabrera.

Vale. Y tras este análisis básico de quién envia mensajes y qué quieren ¿habrá crisis de Gobierno? "¿Chi lo sa? Escribáis lo que escribáis, solo Zapatero tiene la información. Y como mucho, su primo, su subdirector de Gabinete (José Miguel Vidal Zapatero o Javier de Paz, su amigo personal). Aunque éste, menos" concluye la misma fuente.

Establecido el contexto de por dónde pueden ir los tiros y los enredos que Zapatero mismo ha disparado en esta ocasión, éstas son las principales teorías que se manejan y que los más solventes cuestionan, porque "es un juego para la desinformación" explica sin medias tintas un ministro del Ejecutivo. Así que, querido lector, tómatelo como divertimento para chatear o presumir de medio enterado, o deja de leer ya desde aquí mismo. Por si sigues interesado, ahí van algunos de los hechos factibles, eso sí, apoyados en fuentes respetables. "Si hay crisis", esto es algo de lo que podría suceder:

Adiós a los dos vicepresidentes primero y segundo

María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes son unos señores mayores, aguafiestas —sobre todo el segundo— y ZP siente que ya tiene bastante sabiduría para afrontar la situación con gente más joven, de su generación y manejables.

Los nombres que se utilizan para sustituirlos, son ya un clásico. A De la Vega se la cambiaría por Carme Chacón —que además aspiraría a ser candidata del Gobierno en las próximas elecciones generales, si Zapatero se decide a desvelar si va a presentarse o no a una tercera elección.

Quitar a Solbes no sería ningún drama. Pocos ministros dejarían el Gobierno con la tranquilidad de ánimo y hasta de alivio del vicepresidente económico, que no se ha largado ya por su enfermedad. ¿Que cuál es la enfermedad de Solbes? "Un exceso de responsabilidad", contesta siempre un antiguo colaborador del vicepresidente económico, que también recuerda que al 'vice' nadie le engañó cuando se volvió de Bruselas a instancias de Zapatero. "Sabía en lo que se metía y conocía algo el carácter influenciable y voluble del presidente. Hombre, lo que no podía suponer era la gravedad de la crisis. Pero vamos, nada más fácil que insinuarle desde La Moncloa que le agradecen los servicios prestados. Para Solbes, que tiene su vida y su carrera política más que hechas, sería de todo menos un drama".

Sebastián flojea

Los nombres para sustituir a Solbes —si es que hay alguna posibilidad de que este juego sea algún día realidad— son también otro clásico. El primero, el del titular de Industria, Miguel Sebastián, que pese a todo lo que se ha escrito en estos años, nunca tuvo la oferta concreta de Zapatero de ser vicepresidente y ministro de Economía. Nunca con esos poderes. Sebastián "está nervioso" comenta un antiguo colaborador suyo en la lista a la alcaldía por Madrid.

Al parecer, el de Industria sufre de inquietud porque el presidente le ha comenzado a ¿desmitificar? Ya no escucha sus susurros con idéntico interés que hasta este verano, cuando se empeñó en que la crisis no era tan grave.

Además de Sebastián, corren por columnas de periódicos y pasillos del Gobierno otros nombres entretenidos. A saber, el de David Vegara, actual secretario de Estado de Economía, que desempeña un papel importante en las medidas financieras anunciadas por el Ejecutivo. "Pero el nombre de Vegara está lanzado por el enemigo, no te quepa ninguna duda" comenta otra fuente del Gobierno, vinculada a los ministerios sociales y que aprecia al número dos de Solbes. "En los últimos días se ha escrito sobre lo bueno que es en medios muy concretos, sólo para quemarle ante una eventual crisis que puede que no haya. O sí. A eso juegan los presidentes siempre", remata la misma fuente.

En Economía se encogen de hombros. "De verdad, no sabemos nada. Ni idea de si el presidente piensa o no en hacer una remodelación. Es verdad que nos preguntáis desde que habló de lo de un Ministerio de Deportes, pero aquí no tenemos ninguna vibración de ningún tipo. Tenemos trabajo. Mucho", zanja la cuestión una fuente oficial cercana a Solbes y Vegara.

Desde otros aledaños próximos al Gobierno se lanzan otros dos nombres para hacer sombra a las candidaturas de Sebastián y Vegara para sustituir a Solbes. "Javier Vallés, el actual director de la oficina económica, va tomando cuerpo junto a Zapatero. Está allí, es un técnico solvente sin aspiraciones políticas y no tiene nada que ver con los perfiles de Sebastián (más político) o de Vegara (más económico-político). Es un gran tipo, pero le falta experiencia.".

El otro nombre que se menciona cada trimestre, cuando el personal se preocupa por el estado de ánimo de Solbes, es el del catedrático de Economía y presidente de AFI (Analistas Financieros Internacionales), Emilio Ontiveros. Pero "es un nombre de relleno. Zapatero no tiene ninguna inclinación por él. En cuanto a Ontiveros, ni le interesa ni aceptaría con un presidente del talante de ZP, que se deja influir por el último bilingüe que conoce y le hace la rosca" comenta otro economista, viejo amigo de Ontiveros. Al consejero delegado de AFI, la rumorología le ha pillado en Canarias. "¿Va a ser usted vicepresidente económico, según indican algunos medios?". La carcajada es tan grande, que sólo se explica por el relajo de estar al lado del mar. "Lo lamento, pero me temo que estáis muy mal informados. Hace meses que ni veo al presidente ni sé nada de ese asunto. Veo que os aburrís", concluye el economista.

Quedan dos datos por añadir a este juego: Los expertos consultados sostienen que si Zapatero hace remodelación, no nombrará dos vicepresidentes y dejará al nuevo ministro de Economía sin vicepresidencia. Segundo, la mejor apuesta y chisme que manejan es si nombrará a su amigo Javier de Paz para algún Ministerio. Los más listos sostienen que ni hablar.

Hasta aquí, el juego de la crisis de Gobierno. Habrá más capítulos en los próximos días. Incluso lo mismo nos llevamos un corte y se hace realidad. El caso es mantener entretenido al personal.