Secciones bajar

Aubry consigue las riendas del socialismo francés ante la protesta de Royal

EFE
Actualizado 25-11-2008 20:56 CET

París.-  Martine Aubry fue designada hoy nueva líder del Partido Socialista (PS) de Francia, al término de un Comité Nacional en el que los partidarios de su rival, Ségolène Royal, mantuvieron sus discrepancias y anunciaron que acudirán a los tribunales para pedir que se repita el proceso de elección.

Aubry -alcaldesa de Lille (norte de Francia), de 58 años, ex ministra de varios gobiernos socialistas y autora de la ley de las 35 horas laborales- será la primera mujer en dirigir la formación y sustituirá en el cargo a François Hollande, que la ha encabezado en los últimos once años.

Su proclamación se produce tras una dura batalla con Royal, de 55 años, ex candidata al Elíseo y presidenta de la región de Poitou-Charentes, cuyos partidarios no han tirado la toalla y piden que se repita el proceso de elección del primer secretario del PS.

Mientras Royal hacía un llamamiento a la "unidad" y afirmaba que se constituirá como una "fuerza de transformación" en el seno del partido, Jean-Louis Bianco, su brazo derecho, anunciaba un recurso ante la Justicia para que el proceso de elección se repita, en particular en las circunscripciones en las que hubo irregularidades.

El Comité Nacional del PS, un parlamento del partido donde están representadas las diferentes corrientes internas, oficializó la elección de Aubry por 159 votos a favor, 76 en contra y dos abstenciones, un resultado que fue seguido de una cerrada ovación.

Mientras, en el exterior, medio centenar de partidarios de Royal blandían banderas en las que reclamaban un nuevo referéndum interno.

Los miembros de este Comité dieron por buenos los resultados de la votación de los militantes del pasado viernes, en la cual se impuso Aubry por un corto margen.

Corregido el recuento por una comisión de verificación encargada de estudiar las irregularidades denunciadas, la alcaldesa de Lille obtuvo 102 votos más que Royal, 67.451 frente a 67.349.

En el primer recuento, elaborado en la noche del viernes, Aubry se imponía por 42 votos, un margen que los partidarios de Royal consideraban demasiado estrecho, por lo que pedían repetir la votación.

Agrandada la ventaja de la alcaldesa de Lille, el campo de Royal no se dio por satisfecho y mantuvo su reivindicación de volver a dar la palabra a los militantes.

Pero el Comité Nacional, dominado por las corrientes contrarias a las tesis de Royal, optó por validar los resultados y proclamar a Aubry, quien tiene por delante la tarea de unificar a un partido que ha salido de este proceso dividido en dos.

Las dos candidatas se abrazaron al término del Comité Nacional, pero esa imagen no parece que cierre las heridas.

La alcaldesa de Lille se apresuró a enviar un mensaje de unidad al partido, comenzando por su rival, con quien se reunirá, "si ella quiere", en los próximos días.

Aseguró que todas las corrientes estarán en la dirección del partido, incluida la "royalista".

"Mi primer deber es encontrarme con Ségolène y decirle que, como ella, he comprendido lo que los militantes quieren, que nos unamos en la izquierda", aseguró la nueva líder socialista.

Aubry envió también una advertencia a los conservadores, que en las últimas semanas han multiplicado las críticas al PS ante su incapacidad para elegir a un líder.

"A la derecha le digo que todavía tiene unos días para reirse, pero que la semana que viene el PS estará de vuelta con propuestas", avisó la alcaldesa de Lille, quien se declaró dispuesta a "ganar juntos por el bien de los franceses".

No parece fácil el trabajo de unificación que tiene por delante Aubry, sobre todo porque los partidarios de Royal no aceptan la derrota y no desaprovechan la ocasión de mostrar su descontento.

Lo hicieron en la comisión de verificación, cuyo dictamen contó con la oposición de los representantes de Royal.

Y siguieron haciéndolo después de que el Comité Nacional aupara a Aubry al liderazgo de la formación.

La amenaza de los "royalistas" de acudir a la Justicia pesa como una losa sobre un partido que ha dejado demasiadas fuerzas en la batalla intestina y que ha descuidado su labor de oposición.

Mientras las cotas de popularidad del presidente del país, Nicolas Sarkozy, aumentan pese a la crisis económica, el PS aparece como una formación fratricida que no conecta con los franceses.

Di lo que quieras

Aceptar

Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »

En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.

Di lo que quieras

Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.

Volver a actualidad Volver a portada
subir Subir al principio de la página