Santander.- La Ley de Presupuestos de Cantabria para 2009, que asciende a 2.495 millones de euros, continuará su tramitación parlamentaria, al haber rechazado el Pleno de la Cámara la enmienda a la totalidad presentada por el PP contra un proyecto que, a su juicio, no sirve para atajar la crisis.
Durante el debate de la enmienda a la totalidad, rechazada con los votos del PRC y el PSOE, el PP ha insistido en defender su oferta de pacto presupuestario con el argumento de que las cuentas diseñadas por el Gobierno regional no son las que la comunidad autónoma necesita.
El presidente del PP, Ignacio Diego, ha opinado que el Gobierno no adopta medidas para afrontar los enormes retos que supone "el brutal cambio de escenario" que ha traído la crisis y ha opinado que el presupuesto es "antisocial" y adolece de "transparencia y austeridad".
Para el PP, los presupuestos son "antisociales" porque cargan la mayor parte del esfuerzo tributario sobre las rentas más bajas y porque acuden al déficit para seguir aumentando el gasto corriente, a lo que ha sumado la reducción de las inversiones, que ha cifrado en un 1,4 por ciento.
Pero "lo más grave" es, a su juicio, que los presupuestos no plantean medidas ni soluciones contra la crisis económica y "mucho menos", ha dicho, contra el deterioro del empleo regional.
Frente a la propuesta del Gobierno, Diego ha defendido la racionalidad de ingresos y gastos, una reducción de la presión fiscal para las empresas y las familias, al tiempo que aumentan las ayudas, y compensan la reducción de ingresos con un recorte de los gastos improductivos.
Y ha apostado por incrementar la inversión en vivienda de protección oficial, la total implicación pública en las políticas de suelo o aumentar las partidas para empleo.
Sin embargo, el consejero de Economía y Hacienda, Ángel Agudo, ha defendido el presupuesto como el instrumento que permitirá a la región salir fortalecida de la crisis.
Según Agudo, el presupuesto es "anticíclico", con un adecuado equilibrio entre el gasto productivo, el gasto social y la capacidad de endeudamiento, que es "justo" lo que necesita la economía, el tejido empresarial y los ciudadanos.
El regionalista Rafael de la Sierra ha afirmado que el proyecto remitido a la Cámara por el Gobierno es "un buen presupuesto", adecuado para dar respuesta a las demandas de los ciudadanos en momentos de crisis e impulsor de la actividad económica.
De la Sierra ha criticado las propuestas del PP, que hoy "se ha desnudado en el pleno y se ha visto que debajo del ropaje no había nada". "Rugieron las montañas con estrépito y parieron un ratón", ha apostillado el portavoz regionalista en alusión a las propuestas del PP.
El socialista Francisco Fernández Mañanes ha dicho que el presupuesto está concebido para reactivar la economía y conseguir que la prosperidad llegue a todos y lo ha calificado de "transparente".
El debate de la enmienda a la totalidad se ha centrado en la propuesta de pacto presupuestario formulada por el PP cuando el Gobierno ya había remitido el proyecto de ley al Parlamento.
Ignacio Diego ha opinado que la oferta de acuerdo fue rechazada por el Gobierno porque "su visión sectaria de la política le impide dialogar y aceptar cualquier propuesta de la oposición" y ha personalizado en el jefe del Ejecutivo, Miguel Ángel Revilla, quien, a su juicio, podrían haberse presentado como el presidente del consenso, pero "no ha estado a la altura de las circunstancias por soberbia".
Tanto el Ejecutivo como los grupos que le sustentan en el Parlamento han insistido en que la propuesta era "tramposa" y solo buscaba retrasar la aprobación de las cuentas regionales para 2009.
El consejero de Economía y Hacienda ha dicho que las propuestas anticrisis defendidas por el PP "son un ejercicio de demagogia absoluta", suponen una "insensatez" imposible de cumplir porque "no tienen "ni pies ni cabeza" y demuestran que la oposición no tiene alternativa.
De la Sierra ha afirmado que el verdadero objetivo de la propuesta del PP era retrasar la aprobación del presupuesto por "demagogia", buscando el propio rédito político, y ha opinado que por una "rabieta infantil", la oposición ha rehusado debatir el documento en Comisión, durante las comparecencias de los consejeros.
Ha calificado la actitud del PP de "frívola" y de "soberano desprecio" al Parlamento y a los ciudadanos.
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