Sao Paulo.- Los países andinos y caribeños tienen condiciones para convertirse en grandes productores mundiales de biocombustibles, señalaron hoy directivos de la FAO y la CEPAL que participan en la conferencia internacional sobre esos carburantes que se lleva a cabo en Sao Paulo.
"En general, todos los países del Caribe tienen un potencial particular en la producción de etanol de caña de azúcar. Vemos grandes oportunidades en Barbados, Granada, Cuba, Jamaica", dijo en rueda de prensa la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena.
La funcionaria dio una rueda de prensa con representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) para presentar el estudio conjunto "Bioetanol de caña de azúcar: energía para el desarrollo sostenible".
Dicho estudio indica las posibilidades que se abren para las naciones andinas y caribeñas con los combustibles alternativos, en especial con el etanol producido a partir de la caña de azúcar y de otras materias primas vegetales, como el maíz, palma africana y soja.
Al respecto, el representante de la FAO para América Latina y el Caribe, José Graziano da Silva, citó el caso de Bolivia, país del que, comentó, tiene todas las materias primas para producir el alcohol combustible.
Los países con mayor potencial para la producción de etanol a partir de la caña de azúcar y del maíz son Brasil, Colombia, Bolivia, Argentina, Paraguay y Uruguay, según el documento.
Brasil es el líder mundial en la producción de etanol de caña de azúcar, con 27.080 millones de litros previstos para este año, según datos oficiales.
En biodiesel, producido de oleaginosas como la soja y la palma africana, los países con mayor potencial, además de Brasil, son Argentina, Perú, Colombia, y Bolivia, afirmó Graziano.
Por su parte, la secretaria ejecutiva de la CEPAL pidió una mayor flexibilización de las naciones industrializadas, como Estados Unidos y las de la Unión Europea, para la importación de los biocombustibles latinoamericanos.
"Una de nuestras grandes barreras es que tenemos que pagar 51 centavos de dólar de arancel por cada galón de etanol de caña de azúcar que ponemos en el mercado estadounidense", recordó.
Bárcena aclaró que las políticas adoptadas por cada país para escoger su matriz energética no tienen que basarse "estrictamente" en el modelo brasileño.
"Hay oportunidades y riesgos para aplicar metodologías diferentes, pues Centroamérica es importador de energía y alimentos, México es exportador de petróleo e importador de alimentos y Argentina es exportador de petróleo y de alimentos", agregó.
La conferencia, que concluirá el próximo viernes, aborda la perspectiva de los biocombustibles y su relación con el cambio climático, la seguridad alimentaria, las nuevas tecnologías y el mercado mundial, entre otros aspectos.
A pesar de que la reunión ha subrayado las ventajas de la producción de los "carburantes verdes", organizaciones sociales que realizan un seminario paralelo denunciaron hoy las pésimas condiciones laborales de esa industria y el impacto de la misma sobre el medio ambiente.
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