MADRID.- Era una de las opciones posibles y finalmente se ha concretado. A pesar de que durante las últimas treinta horas de negociaciones entre llamazaristas, PCE y tercera vía se pusieron sobre la mesa algunos nombres -especialmente factible fue la posibilidad de Eberhard Grosske- la IX Asamblea Federal se ha cerrado sin que las sensibilidades enfrentadas hayan sido capaces de encontrar un nombre de consenso para liderar a la coalición en los próximos años. Esta decisión tendrá que esperar hasta el primer Consejo Político Federal posterior a esta Asamblea, que tendrá lugar aproximadamente en el plazo de un mes.
El nuevo Consejo, reunido esta tarde durante cerca de dos horas, ha decidido que el candidato del PCE, Cayo Lara, sea el coordinador de una comisión provisional -en la que habrá voto ponderado según equilibrios de fuerza, con 5 miembros del PCE, 4 de llamazaristas, 3 de tercera vía y uno de cada lista minoritaria- que gestionará IU hasta la convocatoria de ese Consejo Político que tiene que nombrar al nuevo líder de la coalición. Lo que se busca con este aplazamiento es que los 180 miembros del nuevo Consejo (hoy se eligieron 90 y los otros 90 tienen que confirmarse en esa cita) designen un nuevo coordinador con una amplia mayoría y no con el 51-49 que podría haberse alcanzado hoy como máximo.
El hecho de que el PCE se haya convertido esta tarde en la fuerza mayoritaria en el seno de IU tras la votación de la composición del nuevo Consejo Político abrió la puerta a la posibilidad de que su candidato, Cayo Lara, optara a la coordinación a pesar de contar sólo con el 43 por ciento de apoyos. Sin embargo, finalmente esta opción ni si quiera fue valorada por el propio candidato en el Consejo encargado de deliberar acerca de la pertinencia de nombrar o no un nuevo líder esta tarde. Ahora los dirigentes de IU tienen un nuevo plazo para encontrar a su nuevo líder.
Durante su intervención explicativa ante el Plenario de la Asamblea, Lara aseguró que esta decisión impide que esta sea la asamblea de "la división", aseguró que él nunca va a "estafar" a la organización y recalcó que hoy "no hay vencedores ni vencidos", porque "nunca más IU tendrá una dirección de parte, sino que será de todos y todas los delegados y delegadas". "No creo que los compañeros de las otras candidaturas estén pensando que el futuro coordinador posible sea otra persona que la que encabeza la lista del documento 2 -el del PCE", avisó antes de abrir una caja de música de La Pasionaria en la que pudo escucharse la Internacional ante un emocionado auditorio en el que incluso pudieron verse muchos rostros llenos de lágrimas, incluidas las del propio Cayo Lara.
INTRIGA HASTA EL FINAL
La intriga se mantuvo hasta el final esta noche en Rivas. A primera hora de hoy se daba por seguro que Grosske, gracias a un acuerdo con nocturnidad entre llamazaristas y tercera vía, sería elegido nuevo coordinador, a pesar de las reticencias del PCE, ya que ambas corrientes alcanzaban una mayoría algo superior al 50 por ciento. Sin embargo, las conversaciones, las dudas y las negociaciones desarrolladas durante la mañana fueron provocando que esta candidatura perdiera fuelle, de modo que ahora lo único confirmado es la creación de una especie de plataforma con nueve portavoces.
El líder de la tercera vía, Joan Josep Nuet, aseguró a los periodistas al término de la asamblea que no hay que "dramatizar" por haber finalizado sin un nuevo líder, y destacó los acuerdos políticos alcanzados. Nuet agregó que IU necesita encontrar a una persona con un amplio apoyo, y subrayó que Cayo Lara "esta noche no los tenía", algo que, según puntualizó, "sí puede suceder dentro de un mes". Recordó que los estatutos de IU no dicen que el coordinador tenga que ser el cabeza de la lista más votada.
El llamazarista Grosske, por su parte, explicó que ahora se abre una nueva etapa en la que será más fácil negociar una vez que están claras las fuerzas de cada familia, al tiempo que recalcó que él no retira su candidatura a coordinador general. Grosske avisó al PCE, eso sí, de que el hecho de que su lista sea la más votada no significa que de ella tenga que salir el nuevo líder.
Las tres familias mayoritarias sí lograron acuerdos en torno a la refundación de la organización -para la cual se han dado un plazo de 18 meses-, la línea política, estatutos y una dirección más proporcional. Fuentes de la tercera vía explicaron que se pospone la elección de la nueva cabeza visible de IU para conseguir un "amplísimo apoyo" a partir de los consensos logrados en la Asamblea, y aseguraron que con esta decisión "nadie sale derrotado y no hay un único vencedor".
DOS DÍAS DE DEBATE
La Asamblea comenzó con la aprobación por un insólito 90 por ciento del plenario de la 'Declaración de Rivas', un documento que recoge las propuestas de IU ante la crisis económica. La declaración sustituyó al tradicional informe de gestión del coordinador general saliente, que en esta ocasión no rindió cuentas ante el cónclave, algo reiteradamente criticado por multitud de federaciones. La Declaración de Rivas llegó ya consensuada y salió refrendada con una amplia mayoría, lo que unió a las distintas sensibilidades de la organización frente al neoliberalismo y en el que la coalición llama a la movilización social contra los responsables de la crisis.
En la tarde del sábado se acometió, en cuatro comisiones, el debate del documento político y de los estatutos de la organización. Las votaciones sobre estos asuntos finalizaron en torno a las 2 de la madrugada del domingo, y en ellas el PCE consiguió incluir en el documento resultante una crítica a la gestión de Gaspar Llamazares por su seguidismo del PSOE y su falta de perfil propio. En muchos otros puntos los llamazaristas conjuntamente con la tercera vía, lo que eliminó otras propuestas del PCE, sobre todo las más ortodoxas y dogmáticas.
Ya el domingo, se acometió la votación de las resoluciones aceptadas por la Mesa, entre las que destacaron una de apoyo al poeta y catedrático Luis García Montero, y otras de apoyo al pueblo saharaui, a la causa palestina, de solidaridad con el pueblo cubano, de derecho a una muerte digna, derecho al aborto, en respuesta a la privatización de la sanidad y otros temas habituales en la federación de izquierdas.
Los dirigentes encararon la tarde final sin un acuerdo claro en torno a un posible líder. La intriga se mantuvo hasta el final, pero las sensibilidades no fueron capaces de encontrar un nombre de consenso. Por eso se dieron un mes de plazo -aproximadamente- hasta que el próximo Consejo Político Federal, que previsiblemente se celebrará antes de navidades, designe, ese día ya sí, a la nueva cabeza visible de la coalición.
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