El pluriempleo de sus señorías les impide acudir al Congreso

No más de 50 de los 350 diputados que toman asiento en el Hemiciclo ocupaban hoy sus escaños. El pleno del día estaba dedicado a discutir los Presupuestos Generales del Estado para 2009. ¿Por qué crees que no han asistido? a) estaban en alguna comisión; b) tenían que ir a su otro trabajo y c) debían realizar labores domésticas porque ya no pueden permitirse tener servicio.

Miércoles 12 de noviembre. 9:30 de la mañana. Pleno para debatir los Presupuestos Generales del Estado para el 2009. Los escalofriantes datos económicos que amenazan con empeorar aún más la situación el año próximo deberían ser motivo suficiente como para que el hemiciclo se encontrase a rebosar. Sin embargo, no es posible contar más de 20 diputados socialistas y otro tanto por parte del PP, sentados en sus escaños. Como contrapunto, en la atestada tribuna de invitados un grupo de estudiantes de bachillerato supera en número a sus señorías. El panorama es desalentador. Una vez más nuestros políticos ofrecen una nefasta lección a las futuras generaciones, un perverso ejemplo a su propio recambio. José Bono, presidente del Congreso, ha resumido la situación tras preguntar a los escasos asistentes si estaban de acuerdo con el orden del día: "La opinión de los presentes es mucho más importante que la de los ausentes".

Joan Herrera, de Esquerra Republicana, reflexiona sobre el transporte público desde el púlpito. Sólo un ministro, Magdalena Álvarez, escucha desde las filas de Gobierno. Tampoco es que haya muchos periodistas para contarlo, en sus respectivos medios de comunicación no es noticia que una vez más los representantes del pueblo se hallen ausentes. La excusa de "es que estamos trabajando en comisiones" ya está muy manoseada. Ocurre que muchos de ellos desempeñan una actividad profesional al margen de la parlamentaria, quizá porque los más de 3.500 euros que ingresan de media al mes, sin sumar complementos por integrar una comisión o las dietas que perciben los que viven fuera de Madrid no les llegan a final de mes y tienen que pluriemplearse.

De los 350 diputados que forman la Cámara, sólo 45 tienen plena dedicación a su labor política en el Congreso, según un estudio elaborado por la Comisión del Estatuto de los Diputados . "La cifra está inflada", explica Gaspar Llamazares que pertenece a esta comisión. "Hay que pensar que sólo la mitad de ellos tiene otra ocupación profesional continuada. En esos datos se incluye a los que asisten a tertulias, son conferenciantes, o concejales de su partido, por ejemplo".

Mª Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, aseguraba el pasado domingo en una entrevista en El País que ella no montaría un bufete mientras fuese diputada, al ser interrogada sobre que le parecía que 35 diputados compaginaran esa actividad. Ángel Acebes, su predecesor en el cargo, ha sido el caso más reciente en incorporarse a esta lista al abrir en octubre un bufete en la capital que se especializará en asuntos de derecho mercantil. Y no será el último porque con la crisis no parece muy probable que se apruebe la propuesta de Reforma del Reglamento y de la Ley Electoral elaborado por la Comisión del Estatuto de los Diputados en el que se impondría la incompatibilidad total "con el fin de dignificar el cargo" —en palabras de Llamazares—. Quien insiste en que no se puede ser juez y parte. "Yo ahora mismo podría montar una clínica y a la vez ser diputado, sin problemas. Cuando un ministro cesa en su cargo, percibe un sueldo durante dos años por haber ejercido esa labor. Unos renuncian a esa retribución al cobrar también como diputados pero otros ingresan las dos percepciones".

Los diputados están obligados por la Ley Electoral y el Reglamento del Congreso de los Diputados (artículos 155, 156, 157, 158 y 159), al tomar posesión del acta, a declarar sus bienes patrimoniales y la actividad profesional que desempeñan por si existiera incompatibilidad o conflicto de intereses. El artículo 158 dice que el mandato de los diputados y senadores "será incompatible con el desempeño, por sí o mediante sustitución, de cualquier otro puesto, profesión o actividad, públicos o privados, por cuenta propia o ajena, retribuidos mediante sueldo, salario, arancel, honorarios o cualquier otra formal". En realidad sólo se salvan los docentes, el resto debe ser evaluado por la Comisión, las conclusiones se elevan al Pleno de la Cámara y se votan a puerta cerrada y en secreto —sin cámaras, ni periodistas— en el hemiciclo. La reflexión resulta muy básica. Si más de 300 diputados perciben ingresos al margen de la función pública para la que han sido elegidos en las urnas, y en la mayoría de los casos esos otros trabajos son consecuencia directa de su estatus político como las charlas o las tertulias o los consejos de administración, ¿van a negarse a aceptar que un nuevo colega se sume al pluriempleo y a los beneficios que genera?