Mientras el Gobierno holandés preparaba el rescate del banco más popular de Europa, el banco naranja ING, en España, 'Informe Semanal', el programa decano de la televisión en nuestro país y el más premiado de entre todos los informativos, conseguía lo nunca visto: Solbes, el gobernador Fernández Ordóñez, los banqueros más importantes del país —Botín (Santander), González (BBVA), Ron (Popular), Fainé (la Caixa) y Blesa (Caja Madid)— accedían a conceder entrevistas a Maite Pascual, otra decana de las que ahora las grandes casas van a prescindir, para transmitir calma, solidez y críticas a los excesos de la banca, pero la de inversión.
Fue la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega la primera en decir que sí a la idea de dedicar un larguísimo reportaje con la participación de los primeros espadas. La necesidad de restaurar la confianza y reducir el pánico injustificado de los ciudadanos se ha convertido en obsesiva, tanto en La Moncloa como en la Vicepresidencia Económica que dirige Pedro Solbes.
Con el sí de De la Vega, Informe Semanal comenzó a llamar a los protagonistas. Y, por primera vez, logró colarse en sus despachos. Ni Francisco González ni Miguel Blesa tuvieron el más mínimo problema, aunque naturalmente, preguntaron quién estaría. El vicepresidente Solbes confirmó su participación y para cuando Emilio Botín —-ausente de la cita de los banqueros con Zapatero—- confirmó su aceptación, prácticamente todos los demás habían dicho que sí.
Más allá de la puesta en escena de cada medio y casa —Botín se explicó de pie ante la periodista, el resto sentados— la jugada resultó interesante. El mensaje de aquí estamos todos juntos para garantizarles sus ahorros y el futuro coincidía con el golpe de Zapatero, al anunciar que "el PSOE facilitará la aprobación de los presupuestos" también en los ayuntamientos y comunidades donde no gobierna para no "dañar" la economía.
Después de negar la crisis y perder unos meses que hubieran sido importantes, parece que el presidente del Gobierno "se ha quitado las orejeras y escucha a quien debe, a Solbes y a Fernández Ordóñez", comentaba el pasado viernes otro banquero, durante unas jornadas en la sede del Banco de España.
Fue precisamente el gobernador Fernández Ordoñez quién se permitió dar un tirón de orejas a los banqueros, preocupado porque se duerman en lo bien que lo hicieron "en el pasado, porque ahora tienen que afrontar el futuro". Por eso les aconsejó que "se pongan las pilas" y repitió los tres problemas que le preocupan más y enumera como un rosario desde hace semanas: "el mayor aumento de la morosidad, un menor negocio y mayores costes de financiación". Esta vez, no se paró en si esos tres retos, sobre todo la morosidad, llevarían a operaciones de fusión en las entidades españolas, como ha hecho en las últimas semanas.
El vicepresidente Solbes, tras reafirmar por enésima vez la solvencia del sistema financiero, entró en otro de los asuntos clave de futuro, como es el cambio "complejo" que está sucediendo y que "va a significar menos recursos a corto plazo, controlados de otra forma".
Para Emilio Botín "la banca tiene que hacer lo que ha hecho siempre: dar los créditos, tomar depósitos, conocer bien a los clientes y ser prudente con los riesgos". El presidente del primer banco del país está seguro de que la confianza comienza a recuperarse, pero, por si acaso, dejó bien claro que "no tenemos productos tóxicos ni hipotecas subprime. Aquí se han tomado una serie de medidas que han sido muy necesarias, medidas sobre liquidez, medidas sobre avales para operaciones de los bancos". Y para ponerle las cosas más difíciles al PP de Mariano Rajoy y Cristóbal Montoro, decretó que todo lo que se ha hecho "es positivo".
Francisco González considera que las buenas prácticas comerciales son fundamentales para que la banca sea segura y para que el público confíe en ella. Pero su primera palabra fue "tener principios en el sentido del código del Buen Gobierno, de las conductas". Para añadir después lo que será una de las claves de la batalla de los próximos meses: "No había una regulación clara para los mercados". Y, aunque FG cree "mucho en los mercados", éstos deben tener reglas "y reglas iguales para todos".
El presidente de la Caixa, Isidro Fainé, considera que estas ayudas protegen al ahorro y explica que "sin ahorro no hay inversión y sin inversión no hay desarrollo", mientras que Miguel Blesa, el presidente de la segunda caja, Caja Madrid, esbozó otra idea que dará mucho juego en los próximos meses y es el cambio rotundo que se producirá en el sistema financiero mundial. "Estas son las enseñanzas de la crisis" reflexionó Blesa.
Ángel Ron, presidente del Banco Popular, también incidió en el asunto y fue de los primeros en hablar de los resultados para la economía real. "La primera consecuencia es que viviremos un periodo de menor crecimiento y las economías tendrán que ajustar sus previsiones. En el mundo que viene habrá que ajustar mucho más las previsiones a la capacidad real de mantener ese crecimiento", declaró Ron, el más joven de los participantes.
Lástima que la emisión de Informe Semanal coincidiera con la del partido Real Madrid - Atlético de Madrid. Quizá los de La 1 podrían sacar a la venta una edición especial de ese Informe "histórico de los ocho" (dos vicepresidentes, un gobernador y los cinco grandes banqueros) contra la ansiedad de la crisis. Claro que más de uno dirá que lo que le aumenta la ansiedad es ver a los ocho en un mismo programa.
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