Una boya para sacar energía del mar

Desde hace unos días, flota a cuatro kilómetros de Santoña (Cantabria) la primera boya experimental del país para generar energía a partir de las olas.

En sí, la boya se compone de un flotador de unos siete metros de diámetro y un cilindro vertical de unos 20 metros de longitud metido en el agua. El vaivén de las olas produce el movimiento hacia arriba y abajo de este dispositivo anclado a 50 metros del fondo marino, lo que pone en marcha un sistema hidráulico en su interior a partir del cuál se genera la electricidad. Según Iberdrola Energías Renovables (el 60% de la empresa promotora), esta planta piloto de energía undimotriz tiene una potencia de 40 kilovatios (kW) y ha costado unos tres millones de euros, si se incluye el cable submarino para evacuar la energía producida a tierra. Se supone que esta es la primera de un conjunto de diez boyas (de 150 Kw cada una) que se instalarán en este punto del Cantábrico en el futuro, juntas sumarían una potencia de 1,39 megavatios y generarían tanta electricidad al año como la que consumen 2.500 hogares.

Como éste, existe otro proyecto de aprovechamiento de la energía de las olas que está previsto que empiece a funcionar en 2009 como parte de la construcción del nuevo puerto de Mutriku (Guipúzcoa), una obra, por cierto, muy criticada por los ecologistas. En este caso, no hay boyas y se utiliza el sistema de "columna de agua oscilante" (OWC, por sus siglas en inglés). Consiste en utilizar las olas que chocan contra el nuevo dique del puerto para comprimir el aire de una serie de cámaras y poner así en marcha unas turbinas. La inversión de este segundo proyecto ronda los 1,7 millones de euros y sus promotores estiman que generará tanta electricidad como la que consumen unas 600 personas al año.

Otro dispositivo para extraer energía de las olas es el de las serpientes marinas, los generadores flotantes Pelamis. El pasado mes de septiembre se inauguró a tres millas de las costas de Portugal la central de Aguçadoura, que en una primera fase espera producir electricidad con tres de estas serpientes de 750 kW cada una, que luego se esperan ampliar hasta 28. Justamente, Iberdrola, a través de su filial ScottishPower Renewables, también desarrolla otra planta de energía undimotriz que tendrá tres megavatios. Según la compañía española, este complejo ubicado frente a las Islas de Orkney, al norte de Escocia, contará con cuatro de estas serpientes marinas de 160 metros de longitud y una potencia de 750 kW cada una. "Escocia, junto con España, es uno de los territorios que más recursos potenciales dispone de esta fuente renovable, que se estima podría ofrecer una oportunidad industrial de las dimensiones del petróleo del Mar del Norte", nos aseguran desde Iberdrola.

Si bien las tecnologías relacionadas con la energía del mar son todavía incipientes en España, existen importantes instalaciones alrededor del mundo. Algunas son sólo proyectos por construir, en especial algunos muy ambiciosos en el Reino Unido o Corea del Sur, pero otras llevan en funcionamiento desde hace muchos años. Estas son algunas de los más interesantes:

• Central mareomotriz de La Rance (Francia): Está en el estuario de La Rance y está considerada la primera planta mareomotriz construida en el mundo, pues se conectó a la red en 1967. Forma parte del dique de 750 metros sobre el que pasan los coches para cruzar de un lado a otro del estuario. Allí se encuentran instaladas 24 gigantescas turbinas de 5,3 metros de diámetro y 10 MW de potencia. Así pues esta instalación suma 240 MW de potencia con los que abastece de electricidad barata a unas 250.000 viviendas.
• Central mareomotriz de Annapolis (Canadá): Situada en la bahía de Fundy (Canadá), esta instalación propiedad de Nova Scotia Power aprovecha las corrientes marinas para suministrar energía para unas 4.500 familias.
• Central mareomotriz de Jiangxia (China): Construida en 1980, es la principal planta mareomotriz de China y cuenta con una potencia de 3,2 MW.
• La superturbina Seagen en Strangford (Irlanda del Norte): Entre los proyectos más modernos, destaca la superturbina instalada de forma reciente en aguas de Strangford, en Irlanda del Norte. Según la compañía Marine Current Turbines, este gigantesco artefacto de mil toneladas de peso y dos rotores de 16 metros de diámetro puede producir tanta electricidad como para abastecer a unos 1.000 hogares.