Hubo un tiempo en que dos italoamericanos, Al Pacino y Robert de Niro, eran lo más de lo más del celuloide. O tu favorito era uno o lo era el otro, pero si no querías parecer un inculto cinematográfico total, tenías que decantarte por cualquiera de ellos. Luego estaba el actor, o actriz, que más guapo te parecía. Pero para hacer como que sabías, había que citarles. La leyenda de ambos empezó a fraguarse a finales de los 60 con sendos papeles cortitos, casi insignificantes, que no anunciaban ni de lejos lo que estaba por venir.
Alfredo James Pacino nació el 25 de abril de 1940 y su padre en la ficción, en la saga de ‘El padrino’, fue Robert Mario de Niro Jr., tres años y medio menor, en realidad. Paradojas de la vida. El pasado fin de semana invadieron las pantallas españolas con ‘Asesinato justo’, en esta más de la mano que nunca, cruzando sus caminos con más soltura que en sus dos anteriores enfrentamientos interpretativos. Lástima que el duelo de titanes se haya producido en un thriller harto convencional y de manos de un director de segunda fila como Jon Avnet, que no ha sabido sacarles todo el partido que se les supone. Ojalá Coppola volviera un día de éstos al rescate.
Fue él, junto con el novelista Mario Puzo, el que les colocó, con la vitola de ‘Corleones’, en la esfera de los actores imprescindibles del ‘show busines’. Pacino, con 32 años en la primera parte (protagonizó las tres) y De Niro, con 31 años en la segunda (única en la que apareció) se labraron un nombre de acero en la industria a una edad en la que hoy en día da reparo decir bondades de los actores por si luego se echan a perder. En los últimos tiempos sólo gente como Edward Norton, Robert Downey Jr. o Sean Penn han sido alabados sin reservas antes de llegar a la cuarentena. Sólo ellos siguen su estela.
Los cinéfilos siempre tuvieron la espina clavada de no haberlos visto juntos en la segunda parte de la trilogía mafiosa, pero el joven Vito y el joven Michael simplemente eran incompatibles temporalmente. Más tarde, en 1995, llegó el pirotécnico Michael Mann y puso delante de ambos el suculento guión de 'Heat', uno de los thrillers más recordados de la pasada década por la solidez de su guión, la virtuosa coreografía de sus tiroteos y la densa gravedad de sus diálogos. Desafortunadamente, los cara a cara entre los dos fueron recortados a la mínima expresión. En una de las escenas del filme en la que Pacino —haciendo de poli— se veía con De Niro —ladrón de guante blanco— en una cafetería, el montaje plano-contraplano no permitía saber si Mann consiguió rodar la escena con los dos a la vez o tuvo que usar dobles. Con respecto al rumor de la no concurrencia conjunta, hay dos teorías: las buenas lenguas dicen que era muy caro para producción rodar con los ambos el mismo día; las malas, que su choque de egos sólo permitió que compartieran encuadre en la escena del desenlace, cuando fue estrictamente inevitable. El ‘making off’ demostró que Hollywood es un nido de víboras y que sí rodaron juntos. El problema debía de ser que, de tan grandes que eran ambos, la pantalla era demasiado pequeña para que cupiesen.
A continuación, los DNI de estos dos animales, o ex animales, para que comparen y elijan. Están algo trasnochados ya, pero puede servir al menos como ejercicio de nostalgia.
Y tú, ¿de quién eres? ¿de De Niro o de Pacino?
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