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Millar de fieles y 30 cofradías de Vera Cruz veneran en Zamora el Lignum Crucis

EFE
Actualizado 28-09-2008 18:49 CET

Zamora.-  Alrededor de un millar de fieles han participado esta mañana en una procesión por las calles de Zamora, con motivo del Congreso Internacional de Cofradías de la Vera Cruz, con la presencia del Lignum Crucis de Santo Toribio de Liébana, considerada la reliquia más grande que queda de la cruz de Cristo.

Es el acto central de este IV Congreso de Hermandades y Cofradías de la Vera Cruz celebrado en Zamora y con la presencia del Lignum Crucis que ha llegado a la ciudad desde Cantabria y de la mano del Obispo de la Diócesis de Santander, el Prior de Santo Domingo de Liébana y la cofradía de la Cruz que la custodia todo el año.

La presencia de la reliquia ha permitido que aumente la dimensión de este acontecimiento anual y, según han explicado a Efe fuentes de la Diócesis de Zamora, la Sagrada Penitencia Apostólica del Vaticano ha concedido indulgencia plenaria para "todos los cristianos que participen devotamente en algún rito sagrado o ejercicio piadoso celebrado con esta ocasión".

A las diez de la mañana partió el desfile procesional desde la iglesia de San Juan de Zamora, situada en la Plaza Mayor, y con rumbo a catedral.

El cortejo procesional lo abría en esta ocasión la banda de cornetas y tambores 'Ciudad de Zamora', seguida del barandales, la insignia de la Cruz y todas las 33 cofradías que han asistido a esta peregrinación multitudinaria.

En último lugar del cortejo, hizo el recorrido el Lignum Crucis, bajo palio y franqueado por velas, acompañado por la representantes de la Vera Cruz de Zamora y la cofradía de Santo Toribio de Liébana, mientras que la procesión la cerraba el Nazareno de la Vera Cruz.

El desfile procesional recorrió distintas calles del casco histórico de Zamora hasta que la comitiva llegó a la catedral y participaron en una eucaristía oficiada por el Obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán.

Al terminar la ceremonia religiosa, los presentes pudieron adorar la reliquia y obtener indulgencia plenaria, mientras que también se realizaba una ofrenda floral a la dolorosa de la Vera Cruz, instalada en el convento de Santa Marina.

Tras los actos litúrgicos, los presentes dieron por concluido el congreso con una comida de Hermandad.

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