México.- Las autoridades mexicanas desarticularon en el balneario turístico de Cancún, en el sureste del país, una banda de nueve criminales supuestamente vinculada con la decapitación de doce personas, cuyos cadáveres fueron hallados sin las cabezas a finales de agosto en el vecino estado de Yucatán.
En un comunicado difundido en las últimas horas, la secretaría de Seguridad Pública (SSP), el ministerio responsable de la policía nacional, indicó que los detenidos pertenecen al parecer al grupo "Los Zetas", narcotraficantes que inicialmente se encargaban de los asesinatos a sueldo del cártel de drogas del Golfo.
Según la SSP, entre los arrestados se halla el cabecilla de la banda desarticulada, Moisés Escamilla May, alias "El Gordo Moy" y originario del estado sureño de Campeche.
Escamilla era el jefe de "Los Zetas" en Cancún, en el estado de Quintana Roo, vecino de Yucatán, y tenía bajo su mando a un grupo de criminales entre los que se encontraban "policías municipales y civiles que le reportaban de todos los movimientos de los cuerpos policíacos de la ciudad", indicó el comunicado.
Otros detenidos son José de Jesús Recinos Ramos, alias "Chuy"; David Trejo Gómez, "El Flaco"; Santiago Jiménez Alejo, "Alejo"; Adrián Sánchez Escobar, "El Monquiqui"; José Adalberto Magdonald Pérez, "El Beto"; Isidro Álvarez Pérez, "El Negro", y Pedro Álvarez Navarro, "El Perico".
La novena persona capturada es una mujer, Margie Guadalupe Novelo Rosado.
La SSP informó en la nota de que a la banda se le incautaron varios fusiles automáticos, pistolas, cargadores, dos granadas, unos 5.000 dólares en efectivo, varias bolsas con marihuana y droga sintética, dos autos, información cifrada y equipamiento policial.
El pasado 28 de agosto fueron descubiertos en un rancho de Mérida, la capital de Yucatán, los cadáveres sin cabeza de doce personas, la mayoría de ellas con antecedentes penales y supuestamente distribuidoras de droga al por menor.
Los presuntos responsables del crimen colocaron en Youtube un vídeo que fue retomado por algunos medios de Yucatán antes de que la página web lo retirara por su contenido, en el que mostraban cuerpos decapitados ensangrentados, algunos colgados y otros amontonados, así como siete cabezas alineadas.
Las doce cabezas nunca fueron encontradas, aunque la policía mexicana encontró tres sitios donde otros tantos detenidos por el mismo crimen habían quemado al parecer siete de las doce testas en un ritual de culto a la Santa Muerte, una tradición pagana muy popular entre algunos criminales mexicanos.
En los últimos años, los sicarios de los cárteles han recurrido a nuevas formas de violencia para asustar a sus rivales, como meter los cadáveres de sus víctimas en mantas ("encobijados") o bolsas ("embolsados"), en los maleteros de los automóviles ("encajuelados") o junto a mensajes de amenaza.
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