Temen que la crisis financiera llegue a afectar la ayuda para los países más pobres

Naciones Unidas.-  El impacto de las actual crisis financiera y la posibilidad de que ello incida en la capacidad de los países más desarrollados para entregar fondos a los más pobres es una de las preocupaciones que está en el ambiente desde hoy en Naciones Unidas, aunque es un asunto no incluido en ninguna de las agendas.

La lucha contra la pobreza y los escasos logros alcanzados sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) centran los debates en la Asamblea General de la Irganización de Naciones Unidas (ONU), a los que desde mañana asiste más de un centenar de líderes de todo el mundo.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tendrá que lograr esta semana, en sus múltiples contactos bilaterales con los países más ricos, movilizar a sus líderes para que esa ayuda a la lucha contra la pobreza siga fluyendo y que las turbulencias financieras no propicien víctimas colaterales entre los países más pobres.

Los ODM persiguen llegar a 2015 habiendo erradicado la pobreza extrema y el hambre, logrado la educación primaria universal, promovido la igualdad de género y reducido la mortalidad infantil, además de combatir el sida, fomentar una asociación mundial para el desarrollo, mejorar la salud materna y garantizar el desarrollo sostenible.

"Todos queremos que los ODM funcionen y no lo han hecho. Tener un trabajo decente es una de las políticas necesarias para lograrlo", aseguró hoy el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el chileno Juan Somavía.

Añadió, además, que desde la década de los noventa "hasta ahora hay prácticamente el mismo nivel de pobreza extrema", lo que consideró "inaceptable".

En la actualidad, la ONU estima que son más de 1.000 millones las personas que viven con menos de 1,25 dólares al día.

Su última evaluación sobre los ODM, publicada el pasado 11 de septiembre, asegura que se está todavía en camino de cumplir la mayoría de los objetivos, y que la crisis alimentaria y las débiles economías de África ponen en peligro que se consigan.

Somavía agregó que desde el lanzamiento de los Objetivos del Desarrollo del Milenio, en septiembre de 2000, "la crisis de la pobreza no se ha reducido, y esa es una crisis que existía antes de la financiera actual".

La creación de trabajo decente se considera por parte de la comunidad internacional como uno de los elementos esenciales del desarrollo económico y social, y la ONU considera que reducir la pobreza extrema y el hambre pasan por lograr empleo productivo y decente para todos.

En sus múltiples reuniones y en sus intervenciones ante el pleno de la Asamblea General, a partir del martes, se esperan compromisos de los principales líderes mundiales que les eviten incumplir su promesa de reducir a la mitad la pobreza extrema antes de 2015, una meta que cuando se está a mitad de plazo sigue aún muy distante.

Ban, que ha subrayado en múltiples ocasiones que los ODM son el pilar de la estrategia de la ONU en materia de desarrollo y que su incumplimiento sería considerado un tremendo fracaso, pedirá más cooperación y voluntad política a quienes tienen más.

Los países más desarrollados están incumpliendo por una diferencia de 10.000 millones de dólares el compromiso adoptado por el Grupo de los Ocho (G8) en 2005 para aumentar a 50.000 millones de dólares la ayuda al desarrollo.

Hace unos días el máximo responsable de la ONU lanzó la advertencia de que el mundo afronta "una emergencia en materia de desarrollo" y que "alcanzar los objetivos es algo esencial para lograr la paz".

Pero los debates de la Asamblea General, que se abren mañana con un discurso de Ban, seguido por los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de EE.UU., George W. Bush, y de Francia, Nicolas Sarkozy, serán también la ocasión para tratar otros asuntos internacionales como Oriente Medio o el programa nuclear de Irán, entre otros.