No lo pillo

Esta mañana me ha gustado el Vladimiro. El Ahmed, por el desayuno ramadánico, y yo, por no parecer insolidario, nos damos el madrugón con él. Pues eso, que se levanta el Vladi y antes de tomarse el café, con el calzoncillo y la legaña, nos viene, pone tieso el cuerpecillo y, con esa voz de pito que le ha dado la naturaleza, va y dice: "Atracar un banco o fundar un banco. ¿Cuál es el mayor delito?". Deja una pausa para los aplausos (el Ahmed y yo estábamos mudos, pensando que le había dado un pasmo) y echa la firmilla: "Bertold Brecht, señores".

He mirado en Google para ver cómo se escribía el nombre del tal Brecht y, en efecto, dijo algo así sobre los bancos. No sabe nada el Vladimiro. Y ahí le tienen, sirviendo cortados a las 8 de la mañana y ensaladillas con lomo a la hora de comer.

Me sabe mal no entender de bancos y de finanzas, porque hoy podría dar una opinión sobre Lehman Brothers, Wall Street y todo eso. Por desgracia, no lo pillo. Se me escapa. Por ejemplo, dicen que la bolsa es el mejor sistema para que la gente invierta en las empresas, y las empresas inviertan en lo que hacen. Vale. Pero ahora leo que el Banco Central Europeo y la Reserva americana han "inyectado" casi 120.000 millones de euros a los bancos (supongo que en plan créditos baratos) para que no se hunda la bolsa. Joer, 120.000 millones de euros son 20 billones de pesetas. Claro, a mí se me ocurre que toda esa pasta podrían dársela a los bancos para que prestaran a la gente normal y la economía no se cayera. Y eso es porque no entiendo.

Lo que hay que hacer, parece, es ayudar a los bancos porque los pobres eran jóvenes, no sabían lo que hacían y se enredaron en hipotecas podridas y en burbujas inmobiliarias. En el oficio de la construcción pasa lo mismo: no tienes ni puta idea de poner ladrillos, te sale la pared torcida, y antes de que el capataz te despida viene el Banco Central Europeo y te da unos trillones a ti y unos trillones al capataz, para que no llegue la sangre al río.

Ya, ya sé que cuando se hunde la bolsa acaban pringando (no entiendo por qué) los desgraciados de siempre, o sea, nosotros. Pero me extraña que la bolsa, manejándola, según dicen, los tíos más listos del mundo, no se pueda permitir que los bancos quiebren. Alguno quedaría, ¿no? Dicen, además, que las cuentas corrientes están garantizadas hasta 20.000 euros. Y si alguien tiene más de 20.000 euros en una cuenta es que además de rico, es tonto: renta poquísimo. No le veo el problema a las quiebras. Se siente por los currantes de los bancos, aunque jorobe un poco que ellos salgan fotografiados en los diarios, llevándose las cositas de su oficina, y no recuerdo que la prensa nos sacara a ninguno de nosotros bajando por última vez del andamio.

Pues eso, que no entiendo. Voy a comprarme un libro del tal Brecht, a ver si lo explica.