El temor de los mecados financieros se mantiene una jornada más. Y es que todavía no se había digerido a tiempo la quiebra del cuarto banco de inversión de Estados Unidos y ya se vislumbra en el horizonte la posible bancarrota de la primera aseguradora del mundo. Y si Lehman Brothers fue protagonista de un 'lunes negro', American International Group (AIG) puede ser un 'tsunami' que se lleve a más de uno por delante en un 'miércoles negrísimo'.
Parecía que el hundimiento de un todopoderoso de Wall Street, que ayer dejó las Bolsas de medio mundo en pérdidas, provocaría un temor en los mercados difícil de superar. Pero parece que la situación de AIG puede ser aún peor. Esta compañía (con 116.000 empleados, activos por valor de 1.06 billones de dólares y operando en 130 países) -mucho más grande en todos los planos que el banco Lehman- está a punto de declararse en quiebra si no consigue dinero suficiente para cubrir sus obligaciones, y no parece que la Reserva Federal esté muy por la labor de echarle una mano.
AIG tiene como una de sus principales funciones garantizar a sus clientes (ya sean particulares, empresas o bancos) el pago de sus inversiones. Éstas pueden ser desde una hipoteca, un paquete de acciones u otros productos financieros. Es decir, asegura que un bono que tiene un valor de 100, lo seguirá teniendo aunque la empresa quiebre; de la misma forma que garantiza a los bancos la liquidación de una hipoteca, aunque el hipotecado no pueda hacer frente con ella.
Según los expertos consultados, son muchas las razones que pueden dar una idea de por qué un gigante que contaba con el riesgo -como toda aseguradora- de impagos se ha quedado sin liquidez en apenas un año (ha pasado de ganar 8.407 millones de dólares en los seis primeros meses de 2007 a acumular pérdidas de 13.162 millones en el presente año). "Ahora mismo es como si estuviera cayendo una tremenda granizada durante una Operación Retorno con miles de vehículos en las carreteras: imprevisible y desastrosa para las aseguradoras de vehículos", pone como ejemplo el catedrático de Economía Financiera de la Universidad Carlos III de Madrid Juan Ignacio Peña.
En este momento se ha juntado la desconfianza con los problemas técnicos del mercado. "El problema, de nuevo, está en un sistema hipotecario asentado durante años en EEUU donde se aseguraron impagos de préstamos a gente a la que no se evaluó lo suficiente y cuya solvencia no estaba garantizada", apunta Fernando Pampillón, catedrático de Economía Aplicada de la UNED. Se refiere a las ya conocidas 'subprime' o 'hipotecas basura' (AIG cubre, según 'Bloomberg' 57.800 millones de dólares de este tipo de préstamo). Fue, por tanto, "un cálculo de riesgo erróneo" el que hizo la compañía, que aseguró activos a los que en caso de impago -como está ocurriendo- no puede hacer frente.
A esto se suma, según el catedrático Peña Sánchez de Rivera, que muchos productos financieros "tienen una difícil valoración por parte del mercado. No ha existido consenso y se operaba sin saber muy bien el coste de las operaciones". Fue el verano pasado cuando el mercado comenzó a preguntarse por el valor de estos productos (los conocidos 'CDOs' y 'CDS', entre otros) y en agosto se desató la desconfianza y estalló la crisis.
El gran problema del 'tsunami AIG' es que si la aseguradora quiebra, dejaría sin garantizar el recobro de los préstamos a las entidades a las que avala. "Los bancos comenzarían a sufrir la insolvencia tanto de los prestatarios como de la aseguradora", apunta el profesor Pampillón. Además, añade José Ignacio Peña, "los instrumentos financieros que estaban asegurados por AIG sufrirán una desvalorización". Es decir, lo que antes una empresa o banco contaba en su cuenta de activos como 100, pasara lo que pasara, tendrá ahora que comenzar a contarse con menor valor. "Eso implica que la solvencia de muchas compañías estará en riesgo", apunta.
Por tanto, si entra en bancarrota, nadie garantizará a los bancos que vayan a liquidar las hipotecas que han concedido casi al libre albedrío, ni tampoco los accionistas tendrán asegurado que el valor de sus adquisiciones será el que le garantizaron aunque la empresa quiebrase (algo, por otra parte, que es el pan de cada día en la economía mundial desde hace más de un año).
Aunque es cierto que el mercado financiero español está viéndose afectado por los bandazos de la economía norteamericana (como el resto del mundo), en lo que se refiere al sistema de las aseguradoras parece que existe mayor seguridad. Fuentes del sector de las aseguradoras han señalado a soitu.es que el sistema en España no corre riesgo y que su situación "no es preocupante". Apuntan a que las aseguradoras españolas tienen muy limitadas sus inversiones por una legislación más estricta que la estadounidense (por lo que no se ven inmersas en sectores 'contaminados'). Además, el sector en este país es de los más solventes de Europa, lo que da garantías a los consumidores.
Los clientes de la delegación española de AIG, AIG Direct Spain, que ofrece seguros de vida, de salud, de vehículos, hipotecarios, específico para inmigrantes en caso de fallecimiento... podrían acogerse en caso de que se viera afectada por la quiebra de la empresa matriz al Consorcio de Competencias de Seguros, según aclara el catedrático Pampillón, que se haría cargo de todos los fallidos, "como lo ha venido haciendo en los últimos años con muchas aseguradoras que han quebrado en España y que han sido liquidadas y sus socios compensados".
Y mientras las consecuencias del futuro de AIG en España aún son desconocidas, las del banco inversor Lehman Brothers ya se ven, aunque por el momento son mínimas. Al menos 66 fondos de renta fija y 21 sociedades de inversión de grandes fortunas (las conocidas como SICAV) de 14 gestoras españolas están levemente tocados, a través de bonos y pequeños paquetes de acciones. El Grupo Santander (con una exposición crediticia directa de 11 millones de euros), BBVA (21 fondos y once SICAV), Bancaja (18 fondos de inversión), La Caixa (ocho fondos y seis SICAV), Caixa Catalunya (cuatro fondos), además de Caixa Girona, Caixa Terrassa, Caja de Ingenieros, Popular, Fibanc o Guipuzcoano (con fondos y porcentaje de las emisiones suscrito muy inferiores) son las entidades con inversiones marginales en el banco inversor estadounidense.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.