Hasta hace poco, para muchos AIG eran sólo las siglas estampadas en la camiseta roja del Manchester United. Sin embargo, detrás de la American International Group se encuentra la asegurado más importante del mundo, con presencia en 130 países de América, Europa y Asia, la 18ª empresa del mundo (según Forbes) en 2008 y, según temen los mercados, la próxima ola en golpear en este 'tsunami' bursátil de las hipotecas basuras.
AIG está muy entrampada. La crisis de las 'subprime' le estalló en las narices, pero no como víctima indirecta, sino como protagonista. La compañía lleva perdidos 18.000 millones de dólares en los últimos tres trimestres al haber avalado gran número de bonos hipotecarios con alto nivel de morosidad. Es decir, aseguraba hipotecas a particulares, empresas e instituciones sin tener garantizada su liquidación.
Esta falta de liquidez (acumula pérdidas de 13.162 millones de dólares en los primeros seis meses frente a los 8.407 millones que ganó hace sólo un año) han llevado a la compañía a pedir 40.000 millones de dólares a la Reserva Federal y ésta ha solicitado a su vez -según el diario The Wall Street Journal- a dos bancos que busquen entre 70.000 y 75.000 millones de dólares. Sin embargo, la situación no tiene visos de solución inmediata. Más aún, la jornada de 'lunes negro' vivida ayer no da muchas esperanzas a la aseguradora.
La Administración norteamericana decidió no salir al rescate del cuarto banco de inversiones del país, el Lehman Brothers, por no fiarse de sus capacidades de solvencia y eso desató -junto al hecho de que no encontró ningún comprador- la mayor quiebra de la historia por valor de más de 453.000 millones de euros. Y precisamente en los últimos años lo que menos ha generado AIG a las autoridades es confianza. En 2005 se inició una investigación por parte de la Fiscalía de Nueva York por las presuntas operaciones fraudulentas que acabaron con el presidente de la compañía dimitido y una multa de 1.600 millones de dólares.
Por eso, la Bolsa decidió ayer castigar con dureza a AIG, ante el temor de que sea la siguiente torre en caer. Sus títulos llegaron a descender durante la jornada un 60.79% y al cierre de Wall Street, sus acciones se canjeaban a 4,76 dólares. Según los expertos, si AIG no consigue ningún prestamista (público o privado) le quedarían entre 48 y 72 horas de vida. Y el 'tsunami' seguiría llevándose a muchos cadáveres por delante.
La delegación española de AIG, AIG Direct Spain, se encuentra esta mañana reunida en su sede central (cerca de la Plaza de toros de Las Ventas) para analizar la situación, según han confirmado a soitu.es fuentes de la compañía. AIG Direct Spain ofrece seguros de vida, de salud, de vehículos, hipotecarios (la aseguradora se haría cargo del pago de la hipoteca si falleciera el contratista -para que no repercuta en su familia, por ejemplo-), así como tres planes específicos para inmigrantes de Latinoamérica, Europa y Magreb (gestionaría repatriaciones y ayudas a las familias si el asegurado muere).
Fuentes del sector de las aseguradoras han señalado que el sistema en España no corre riesgo y que su situación "no es preocupante". Apuntan a que las asegurados españolas tienen muy limitadas sus inversiones por una legislación más estricta que la estadounidense (por lo que no se ven inmersas en sectores 'contaminados'). Además, el sector en este país es de los más solventes de Europa, lo que da garantías a los consumidores.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.