El vigilante de una torreta de Riba de Saelices cambia su declaración y dice que sí que tenía formación

Guadalajara.-  El vigilante de la torreta de Riba de Saelices (Guadalajara) Carlos Rojo Tenorio, quien en su día declaró como testigo por el incendio de 2005 en Guadalajara desconocer las normas que rigen su actuación como vigilante forestal, hoy, ya imputado, ha dicho que "sí las conocía" y que se las explicaron "cuatro veces".

Rojo Tenorio fue llamado a declarar como testigo en junio de este año a petición de la acusación que representa a la mayoría de las familias de las once víctimas mortales del incendio y, ante el contenido de su declaración, la jueza de Sigüenza María del Mar Lorenzo decidió citarle como imputado por un delito de incendio forestal por imprudencia grave.

En su declaración de hoy, que ha durado unas tres horas y a cuyo contenido ha tenido acceso Efe, ha achacado el cambio de versión a que cuando declaró como testigo "estaba muy nervioso".

En ese momento reveló que no había recibido documentación que indicara qué tenía que hacer en caso de emergencia, afirmación que ha corregido esta mañana, cuando ha asegurado que su formación era "suficiente" para las funciones que ejercía.

Según ha añadido, el día que comenzó la campaña de extinción de incendios en junio de 2005 le explicaron como funcionaba el Centro de Operaciones Provincial (COP), los prismáticos y la emisora, y el segundo día un forestal le dijo lo que debía hacer en caso de tormenta.

El vigilante ha declarado, según el acta, que tuvo cuatro sesiones de formación: una en la oficina de Tragsa, otra por parte de su compañero, otra de un técnico forestal y una última por una técnico de formación.

Por su parte, el abogado de Tragsa ha presentado un certificado de formación, con fecha 14 de junio, en el que el declarante suscribe haber recibido formación teórico-práctica en materia preventiva, específica para el puesto de trabajo que desempeñaba "durante 15 minutos".

También ha intentado explicar por qué, cuando se declaró el fuego en las primeras horas de la tarde del 16 de junio de 2005, no avisó al COP de Guadalajara.

Cuando recibió la llamada del COP (que había recibido el aviso por vecinos de la zona), ya tenía la emisora en la mano y "justo iba a llamar", porque acababa de ver el humo, ha dicho el vigilante, quien ha asegurado que durante toda esa mañana no bajó de la torreta en ningún momento.

Además, ha expuesto que, si bien desde la torre hay una amplia visión, no permite vigilar la zona de la Cueva de los Casares, donde estaba la barbacoa en la que se originó el fuego y que, según Rojo, "es una zona ciega".

En declaraciones a Efe, Miguel Solano, letrado que representa a nueve de las familias de los once fallecidos, ha criticado las "contradicciones flagrantes y espectaculares" que a su juicio se desvelan de sendas declaraciones, que en su opinión ponen también en evidencia "que en alguna de las ocasiones se falta a la vedad".