No soy periodista del corazón pero sí soy lector de periódicos, en calidad de lo cual me siento autorizado para escribir sobre algo que me resulta especialmente curioso: Brad Pitt, Angelina Jolie, su manada de hijos biológicos y adoptados y el 'tito' George Clooney tienen casi el mismo impacto que George W., el presidente Zapatero o el muy mediático Chávez. Puede pensar uno que no es grave, que todo lo que sea distensión y frivolidad ayuda a que las penas, con pan, sean menos, pero surge la duda: ¿Protagonizarán los chicos guapos el salto de la simpatía a lo cansino? La segunda parte de mi dicotómica pregunta se refiere al momento en que el trío, con todos sus satélites, llegará a alcanzar las cotas de impopularidad de la pareja Cruise-Holmes, cuya hija, no se sabe bien por qué, ha caído más antipática que los de los Brangelinos, mientras su madre se ha convertido en una grunge de postal.
¿Será que Tom no ha sido capaz de reponerse de su actuación en el show de Oprah cuando perpetró una danza de cortejo, al modo de Melody, sobre el sofá de la presentadora a un año de su enlace matrimonial? ¿Será que la Cienciología, tan publicitada por él es una religión que despierta recelos? ¿O será que la Joey que interpretaba Katie Holmes en 'Dawson crece' nos resulta tan lejana como el año 2003? Decidan por ustedes mismos, que yo no soy un gurú de opinión.
El verdadero motor de mi hipótesis fue la lectura de una noticia que me escamó la semana pasada. Con el pesimista título "Entre la cinefilia y la decadencia", firmaba Miguel Mora en El País una crónica festivalera veneciana calificando la concurrencia de Pitt y Clooney como "la rueda de prensa más inane de la historia" por la desgana con que los dos guapos más guapos y majos de Hollywood se desentendían de su labor como relaciones públicas en la presentación de 'Quemar después de leer', de los hermanos Coen'. ¿Síntomas de agotamiento?
La amistad de Brad y George se remonta al año 2001, cuando Steven Soderbergh (con quien Clooney ha rodado ya hasta seis películas) unió sus glamourosas dotes, vistiéndoles de cacos para robar hasta tres casinos de Las Vegas. El pretexto se bautizó como 'Ocean's eleven'. Puede que aquella manera aglutinadora de mezclar estrellas con estrellitas y con estrellones fuera un capricho rayano en la ostentación, pero, a la vista de los resultados, la empresa fue irreprochable. El éxito se ha repetido ya en tres ocasiones y quién sabe si habrá más.
Ambos actores, a quienes paradójicamente (culpa de las canas del ex doctor Ross) sólo separan dos años de edad, serán vistos desde el futuro como los Frank Sinatra y Dean Martin del principio de siglo, pero no están solos. De la misma manera que 'La Voz' y 'Dino' eran piedras angulares del 'Rat Pack', ellos son los capos del 'Ocean's Pack', en el que cabe Matt Damon, por el cual Clooney hizo campaña para que se convirtiera en Hombre Más Sexy del mundo según People en 2007. Tanto él como el marido de Angelina ya habían sido galardonados y querían que su amigo bajito probara también las mieles del éxito.
Esa es la parte simpática y superflua de su protagonismo social. Hay otra que apunta a George Clooney como demócrata convencido con aspiraciones de ascenso político. Algunos han visto ya en él una suerte de Ronald Reagan de signo contrario. Eso ya se andará. De momento, bromas aparte, lo que parece cierto es que por lo menos hasta Venecia eran los niños listos de la clase. Pitt protagonizó en el Lido una anécdota según la cual, los medios así lo destacaron, "salvó de ahogarse a un fan en un canal cuando iba a pedirle un autógrafo", esto es, que alargo su mano y le sostuvo impidiendo que se precipitara al líquido elemento. George no va a la zaga, pues hace un par de semanas, tras chocar con una italiana en un accidente sin consecuencias, cambió en el taller el coche que él mismo había impactado por otro a estrenar con una nota en el parabrisas que rezaba: "Espero que puedas perdonarme. Fdo: George Clooney". Estupenda campaña de promoción que permite cancha para deslices futuros como el de su parquedad en el festival italiano.
Los Coen llegarán la tercera semana de septiembre a San Sebastián, con su irregular (por lo que cuentan) comedia de espías y enredos bajo el brazo, y seguramente con Pitt de padrino. De la asistencia de Clooney, por el momento no se sabe nada. Será entonces, cuando los periodistas españoles puedan constatar si lo de Venecia fue fruto de la casualidad o el Ocean' Pack está perdiendo el 'mojo'.
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