MADRID.- Desde hace casi tres décadas, 'okupar' una casa vacía en cualquier ciudad holandesa está protegido por ley, pero ahora el Parlamento prepara una modificación legislativa que pretende penar la 'okupación'. Tanto los partidos democristianos CDA y Unión Cristiana como los liberales del VVD consideran un "robo" la ocupación ilegal de viviendas y quieren castigar "ese delito" con una modificación de la ley que lo penalice. Así, plantean penas de prisión de un máximo de dos años y ochos meses.
¿Por qué este cambio? ¿Qué ha motivado que un país considerado de los más liberales del mundo adopte una postura tan radical?
Según los políticos holandeses, el actual movimiento 'okupa' ha perdido su ideología y se ha convertido, simplemente, en una fórmula a la que recurrir para vivir sin tener que asumir gastos de vivienda, sobre todo para muchos jóvenes procedentes de los países de Europa del Este. También consideran que la actividad 'okupa' se ha visto cada vez más ligada a casos de intimidación, violencia y tráfico de drogas.
En la calle, los 'okupas' tampoco cuentan ya con las simpatías de la gente, algo que sí tenían en los setenta y ochenta. Ahora se les acusa de protagonizar un aumento de la violencia y de meterse en casas monumentales en el centro de las ciudades, lo que resta idealismo a sus acciones.
Al mismo tiempo, se ha producido en Holanda un nuevo fenómeno paralelo al 'okupa', protagonizado por estudiantes y personas en busca de alojamiento provisional, a los que se conoce como "guardias 'antiokupas'". Ellos se han convertido en los 'salvadores' de los propietarios, que prefieren alquilarles su casa de forma temporal y a precios reducidos antes que permitir que sea 'okupada', sin que la policía pueda intervenir, por ser una práctica avalada por la justicia. Además, así mantienen el poder de decisión sobre sus bienes inmuebles.
Pero los políticos holandeses no quieren que esta medida suponga un aumento de la especulación, por lo que plantean que las administraciones locales obliguen a los propietarios de inmuebles vacíos a aceptar inquilinos en alquiler; de lo contrario, serán multados con 7.500 euros.
Y es que precisamente la lucha contra la especulación es uno de los paradigmas de la ideología 'okupa'. Es por ello que el movimiento se ha extendido como la espuma por todo el mundo a lo largo de las últimas décadas.
En España, las 'okupaciones' comenzaron con el éxodo del campo a la ciudad, y en los primeros años de la democracia se legalizaron miles de ocupaciones ilegales de edificios de propiedad estatal. En los 90 crecieron exponencialmente, debido al aumento del precio de la vivienda y a la lentitud de los procesos jurídicos. Y a principios de 1996, entró en vigor un nuevo Código Penal, vigente en la actualidad, que en su artículo 245.2 tipifica como "delito de usurpación" la ocupación de lugares abandonados.
Como explica el abogado Lucio Rivas, nuestro Código Penal no contempla la cárcel para este tipo de delitos, y las penas se limitan a multas, cuyo importe estipula el juez del caso, y que deben pagarse en un periodo máximo de seis meses.
Lo que sí se ha conseguido en España con la tipificación de la 'okupación' como delito es que los procesos de desalojo se aceleren, y que se lleven a cabo sin previa notificación a los ocupantes ilegales.
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