Zaragoza.- Malasia ha celebrado hoy en la Exposición Internacional de Zaragoza 2008 su Día Nacional con el objetivo de mostrar al mundo que es una país abierto a la colaboración internacional y que trabaja "generación tras generación" para ser una nación desarrollada en 2020.
Sri Sulaiman Abdul Rahman Taib, secretario general del Ministerio de Turismo de Malasia, ha presidido los actos institucionales como representante del principal impulsor de la participación del país asiático en la Expo, donde Malasia cuenta con un pabellón en el que muestra el agua como un elemento esencial que está presente en los pantanos, los manglares, los ríos y el mar.
Como un territorio que ha recibido además influencias árabes, indias y chinas, el pabellón exhibe también su rica diversidad cultural, pero también su peculiar fauna como el mono násico que habita en la isla de Borneo, el martinete común o las tortugas verdes, además las flores más típicas como nenúfares, la flor de loto o la rafflesias, las más grandes del mundo y que solo se encuentran en esa región.
Ubicada en el sureste asiático, además de ser una nación "moderna y desarrollada", Rahman Taib ha hecho hincapié en la unidad y armonía que reina entre sus pueblos, "auténtico ejemplo de paz y solidaridad", puesto que, ha recordado, logró su independencia mediante negociaciones pacíficas con sus colonizadores.
Por eso, Malasia celebra su Día Nacional en la Expo en coincidencia con el 51 aniversario de su Independencia, una fecha desde la que los gobiernos han trabajado para garantizar que cumplirán el objetivo de ser una nación desarrollada en 2020 pero desde los parámetros de la sostenibilidad "en todos los ámbitos del progreso social, ético y económico".
El secretario general de turismo confía además que su participación en la Expo sirva para estrechar las relaciones diplomáticas con el Gobierno español y para demostrar que sus fronteras están abiertas para establecer relaciones que contribuyan al desarrollo del turismo mutuo y a promover otras formas de inversión.
Con 330.000 kilómetros cuadrados y 27 millones de habitantes, el país se compone de una parte continental, que ocupa la península malaya y que limita con Tailandia, Singapur e Indonesia, y otra insular, al norte de la isla de Borneo, que limita con Indonesia, Brunei y Filipinas.
Según ha explicado el comisario de la Expo, Emilio Fernández-Castaño, Malasia tiene importantes recursos hídricos y debido a la irregularidad del cauce de sus más de 150 ríos, ha construido una importante red de embalses para suministro de agua potable, generación de energía eléctrica, irrigación y mitigación de inundaciones.
Ha vuelto a recordar cómo los problemas del agua han dejado de ser asunto de expertos para convertirse en cuestiones de interés general para la opinión pública, que también ha tomado conciencia sobre las consecuencias del cambio climático, lo que explica que "muchas voces" en la Expo se hayan mostrado a favor de una nueva cultura del agua que promueva un uso "más responsable, eficiente, solidario y sostenible" y que contribuya a reducir la población que no tiene acceso a este elemento.
En este sentido, ha destacado que Malasia, uno de los países de crecimiento más rápido de las últimas décadas, afronta el desafío de compaginar su exitoso desarrollo económico con la adecuada preservación de su territorio natural y con la extensión de su prosperidad al conjunto de la población.
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