París.- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo hoy que "no tenemos derecho a perder", en un homenaje a los diez soldados galos muertos en Afganistán en el "combate contra la barbarie, el oscurantismo y el terrorismo".
La derrota "al otro lado del mundo" se pagaría "con una derrota en el territorio de la República francesa", afirmó el jefe de Estado, en una alocución fúnebre en el patio de honor del emblemático monumento de los Inválidos en París.
"Hoy es un día de duelo para la nación francesa" y "la emoción atenaza a cada francés. Hoy es el momento del recogimiento", señaló Sarkozy, en el acto solemne que siguió a un oficio religioso ecuménico, cargado de emoción, en la iglesia San Luis de los Inválidos.
El presidente y, como tal, jefe de los Ejércitos, habló con semblante grave ante los familiares y compañeros de armas de los soldados muertos a raíz de una emboscada tendida por insurgentes talibanes a unos 50 kilómetros al este de Kabul el pasado lunes.
Era la peor baja sufrida por militares franceses desde el atentado suicida de 1983 en Beirut, que mató a 58 hombres.
Tras señalar que Francia está en Afganistán desde 2001 en virtud de un mandato de la comunidad internacional, recordó que es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, por lo que, como las otros grandes países, tiene "la responsabilidad de la paz en el mundo".
"Se habla mucho de los derechos" que confiere el ser "una gran potencia", "no hay derechos sin deberes" y hoy se ve el precio que puede costar, "el precio de la sangre que habéis pagado", dijo ante los diez féretros, cubiertos con la bandera francesa.
Sarkozy recalcó que los soldados caídos combatían en Afganistán "contra el terrorismo que ha devastado a familias" en suelo francés y que "en buena parte nacía allí".
Insistió en que Francia "no está sola" en Afganistán y "no es una casualidad" que 25 de los 27 países miembros de la Unión Europea (presidida por Francia este semestre) estén allí.
La muerte de los soldados en una emboscada, en la que otros 21 resultaron heridos, ha hecho resurgir las críticas de la oposición de izquierdas, pero también interrogantes en las propias filas de la mayoría conservadora, sobre la estrategia seguida en Afganistán.
También ha habido muchos interrogantes sobre las circunstancias del drama, tras las denuncias por varios de los heridos en un periódico de fallos de mando y falta de coordinación.
Sarkozy quiere que se saquen "todas las enseñanzas" de lo ocurrido y que todas las familias, con las que se reunió tras la ceremonia, "lo sepan todo. Tienen ese derecho".
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