Huelga de transportistas empieza a generar efectos en el comercio colombiano

Bogotá.-  Los efectos del paro de transportistas en Colombia, que cumplió hoy 14 días, empezaron a sentirse en el comercio internacional, mientras representantes de los camioneros y el Gobierno continúan el diálogo en busca de un acuerdo.

El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, aseguró hoy que por la huelga se dejarán de exportar unas 39.000 toneladas diarias de productos por un valor aproximado de 57 millones de dólares, lo que puede lesionar gravemente el comercio exterior y la economía colombiana.

"De persistir el fenómeno, la competitividad de las exportaciones y los costos de producción de las empresas se deteriorarán, ocasionando pérdida de los mercados, mayores presiones inflacionarias y aumento en el desempleo", dijo el funcionario.

Plata hizo un llamamiento a los huelguistas para que consideren el grave perjuicio que están causando a la economía y en especial al comercio, porque, según cálculos de su cartera, se están dejando de movilizar unas 57.000 toneladas de importaciones con un valor de 103 millones de dólares diarios.

Plata recordó que el paro ha ocasionado una reducción en la competitividad de las exportaciones y presiones inflacionarias por los mayores costos de almacenamiento, entre otros.

"Puesto que estos impactos se registran en una coyuntura de desaceleración de la demanda agregada y de pérdida de dinamismo de la economía mundial, aumenta la probabilidad de salida de empresas y de incremento del desempleo", puntualizó.

Las partes se dieron cita hoy en el Congreso, por segundo día consecutivo, para negociar el fin de la huelga que tiene colapsado el puerto de Buenaventura, el principal en la costa colombiana del Pacífico, además de sumir en una crisis a la industria láctea y dificultar el suministro de combustibles y algunos alimentos.

La huelga imposibilitó la recolección de leche de las plantas de pasteurización y su distribución, por lo que el sector pidió protección a la policía para evacuar sus productos y frente a los piquetes.

Los transportistas exigen al Gobierno el cumplimiento de una tabla de fletes, es decir, el cobro que hacen por cada uno de sus viajes dependiendo de la distancia y el volumen de carga, y para que se faciliten créditos para la reposición de vehículos.

El encuentro de los camioneros y los ministros de Transportes, Andrés Uriel Gallego, e Interior y Justicia, Fabio Valencia, se reanudó hoy luego de la cita del martes, que duró más de 10 horas y en la que no se llegó a ningún acuerdo, aunque se lograron avances.

Las reuniones han servido para que el Gobierno le proponga a los transportistas la destrucción de 5.000 camiones viejos para reducir el exceso de oferta y la creación de un manifiesto de carga electrónico que evite la manipulación y se conozca el contenido de los productos que se movilizan.

Entre tanto, los representantes de los camioneros pidieron nuevas líneas de crédito y medidas urgentes a sus denuncias de que unos 20.000 camioneros están vinculados al lavado de activos o actividades relacionadas con el narcotráfico.

En medio de esta situación, el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, quiso dar un mensaje de "normalidad" y aseguró que en la central de abastos de Bogotá continúa movilizándose el mismo número de vehículos e igual número de carga de alimentos.

"De hecho estamos viendo un buen comportamiento que beneficia el bolsillo de los colombianos con el precio de las hortalizas que han caído de precio y estamos haciendo un esfuerzo para llevar estos productos a la costa atlántica y al departamento de Putumayo que han visto una reducción en esa oferta", dijo.

Arias añadió que existen algunos problemas puntuales como en el caso de los alimentos para pollos, buena parte de los cuales llegan a través de Buenaventura, donde se acumulan más de 15.000 contenedores y unas 250.000 toneladas de alimentos, lo que ha ocasionado desabastecimiento en las granjas avícolas.