Os traemos hoy un cuentito entero. Maravilloso, a nuestro entender. Se titula ALAS. Ojalá os guste. (El autor de la semana pasada era Joseba Sarrionandia).
"Yo ejercía entonces la Medicina, en Huamahuaca. Una tarde me trajeron un niño descalabrado: se había caído por el precipicio de un cerro. Cuando, para revisarlo, le quité el poncho, vi dos alas. Las examiné: estaban sanas. Apenas el niño pudo hablar le pregunté:
—¿Por qué no volaste, m'hijo, al sentirte caer?
— ¿Volar? —me dijo—. ¿Volar, para que la gente se ría de mí?"
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