Mérida.- Las universidades de Santiago de Compostela y Extremadura han hecho un estudio conjunto que revela que las aves rapaces pueden ser un indicador natural -bioindicador- de los niveles de contaminación de un lugar por metales pesados, los que permite evaluar los efectos toxicológicos en los ecosistemas terrestres.
Los resultados de la investigación, que han sido publicados en la revista "Ecotoxicology and Environmental Safety", ha descubierto que los niveles de concentración de plomo y cadmio en las aves salvajes de Extremadura y Galicia son superiores a los de otros componentes químicos, según ha explicado hoy la UEX en una nota de prensa remitida a Efe.
Estos datos ofrecen una "importante" información para evaluar los efectos toxicológicos de los elementos inorgánicos en los ecosistemas terrestres, según el principal investigador del trabajo, Marcos Pérez, que forma parte de un proyecto más amplio en el que se incorporarán datos procedentes de otros países de la Unión Europea.
Además, la información podría extrapolarse a los seres humanos, se agrega.
La comparación puede efectuarse debido a que estas aves son las "consumidoras últimas" de la cadena alimenticia y este estatus permite definirlas como "auténticas centinelas de la contaminación".
El estudio señala que el tejido de las aves más adecuado para el estudios son los riñones, debido a su mayor capacidad para acumular elementos metálicos y, en ellos, ambos componentes químicos estaban por encima del resto.
Concluye que, siguiendo la posibilidad de extrapolar los resultados al resto del ecosistema terrestre, estos componentes podrían llegar a suponer un "riesgo ecotoxicológico".
Por el contrario, los niveles hepáticos de zinc y de arsénico en las rapaces son bajos en general y no supondrían riesgo para las especies consideradas y para su ecosistema.
También revela que las aves presentan diferentes niveles en función de la zona geográfica y de los hábitos diurno o nocturno que les caracteriza, de modo que los niveles de plomo son mayores en las aves rapaces diurnas y los de cadmio en las nocturnas.
Para llevar a cabo la investigación, los científicos analizaron las muestras procedentes de diversos tejidos biológicos, una técnica de "espectrometría de masas" que detecta y cuantifica los metales, tras la digestión por vía ácida, en ejemplares muertos cedidos por los centros de Recuperación de Vida Salvaje de Galicia y de Extremadura.
Los metales, señala la UEX, se encuentran en todo el mundo y su presencia puede estar asociada a causas naturales y contaminantes.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.