Roma.- El jefe del Ejecutivo italiano, Silvio Berlusconi, aseguró hoy que a finales de este mes desaparecerán de las calles de la meridional región de Campania, cuya capital es Nápoles, las toneladas de basuras que se acumulan por la crisis del sistema de recogida de los deshechos.
"Nos encaminamos a la solución final (de la emergencia de las basuras), antes de que acabe julio no quedarán deshechos en las calles de la Campania", afirmó Berlusconi en una rueda de prensa en las obras de la incineradora de Acerra, a unos quince kilómetros de Nápoles.
El presidente del Gobierno anunció la firma en los próximos días de acuerdos con plantas privadas de tratamiento de residuos, así como con otras regiones italianas dispuestas a hacerse cargo temporalmente de la inmundicia que se acumula en Campania, estimada en unas 20.000 toneladas.
Entre las regiones a las que se enviarán los residuos no figuran las del norte del país, que en buena parte se han opuesto a recibirlos, a menos que se produjeran imprevistos en la normalización del sistema de recogida de basuras.
Berlusconi se comprometió asimismo a que la incineradora de Acerra, desde la que hablaba, esté concluida en abril de 2009, y señaló que una parte será operativa desde comienzos del próximo año.
De ello se encargará la constructora Impregilo, a la que agradeció su contribución para poner fin al problema.
El jefe del Ejecutivo lamentó los retrasos acumulados previamente en la construcción de la planta de Acerra y afirmó que este tipo de instalaciones son necesarias también en otras regiones de Italia que viven una situación "límite" en cuanto a la recogida de basuras.
Uno de los factores decisivos para poner fin a la crisis será, en su opinión, el aumento de la recogida diferenciada de la basura, por lo que, recordó, el decreto gubernamental sobre esta cuestión prevé la intervención del Ejecutivo en aquellos municipios que no la promuevan.
Para lograr que los ciudadanos adopten esta práctica, el presidente del Gobierno pidió que las televisiones públicas y privadas contribuyan a sensibilizar sobre su conveniencia, una tarea en la que también es "necesario utilizar las escuelas y las parroquias", afirmó.
Berlusconi criticó además que la empresa municipal de basuras de Nápoles recoja entre 6.000 y 7.000 toneladas de inmundicia de lunes a sábado y sólo de 2.700 a 4.000 toneladas el domingo.
"Es intolerable, el Ayuntamiento de Nápoles debe intervenir", dijo el primer ministro.
A lo largo de la jornada, en la que Berlusconi se reunió con alcaldes de la zona y el presidente de la región Campania, Antonio Bassolino, varios grupos se manifestaron siguiendo su recorrido para expresar su rechazo a la ubicación de alguna de las plantas previstas.
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