A Jesús Caldera, el ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de Zapatero, el pensador profesional de los socialistas, o, como él mismo ha revelado, el pensador de Rodin, cada vez se le ponen las cosas más cuesta arriba para cumplir el encargo del presidente Zapatero: fundar el gran 'think tank', la fábrica de ideas socialista del futuro. Felipe González y Alfonso Guerra no están por facilitarle la tarea.
Para ese proyecto le desalojó Zapatero de su segundo Gobierno, ya que era imprescindible montar el eje de los planteamientos ideológicos del PSOE.
Sólo tenía que comenzar por fusionar las fundaciones socialistas dispersas, pero tuteladas por personajes tales como Alfonso Guerra (Fundación Pablo Iglesias) o Felipe González (Progreso Global). Según fuentes del Partido Socialista, tanto el ex presidente del Gobierno como el ex vicepresidente han trasladado al ex ministro de Trabajo la escasa simpatía que sienten por el proyecto.
González ya paró los pies a Zapatero y al propio Caldera en mayo pasado, cuando el ex ministro preparaba el asalto a la fundación Alternativas, la factoría de ideas progresista, pero que no está controlada por el PSOE. González tampoco está por facilitarle las cosas al salmantino con la fundación Progreso Global, creada para el mismo Felipe y que nunca ha terminado de cuajar como proyecto definitivo.
Más contundentes aún han sido las gentes de Alfonso Guerra y la histórica Fundación Pablo Iglesias. Un viejo guerrista recuerda que esta idea de Zapatero de fusionar las fundaciones para dar trabajo a Caldera, ya se intentó en el 2004 por José Blanco, el secretario general del PSOE. Se hicieron estudios sobre el asunto, pero todo se aparcó para evitar tensiones con González y Guerra.
El ex ministro de Trabajo ha comprobado lo difícil que es convencer a Guerra y su gente, o a Felipe González, de que su 'think tank' es un gran proyecto para pensadores socialistas. No sin cierta retranca, el viejo guerrista sospecha que "no está claro que Felipe o Guerra tengan mucha confianza en la enorme capacidad intelectual de Jesús Caldera, a quien, hasta ahora, en el grupo parlamentario socialista se le conocía más como 'calderacoff' que como el pensador de Rodin".
A la vista de las dificultades que ha encontrado, el ex ministro salmantino ha emprendido una ronda de viajes por Europa, para recorrer las grandes fundaciones europeas. Las rutas de fundaciones que está haciendo el ex ministro de Trabajo coinciden con las del estudio que guarda José Blanco en sus cajones.
Para aquellos que quieran saber dónde se cuecen las ideas de la progresía de izquierdas y de los socialdemócratas, ahí va la lista de los centros que recorría ese estudio:
Cada una de ellas tiene sus rasgos propios y sus específicos vínculos con el partido socialista que la impulsó. Pero, ante todo, persiguen la reflexión y la difusión de las ideas que las inspiran y el impulso de las políticas socialdemócratas.
Destaca la Fundación Ebert, creada en 1925 como legado político de Friedrich Ebert, primer presidente demócrata elegido del Reich alemán. La Ebert fue prohibida por los nacionalsocialistas en 1933 y recuperada después de la Segunda Guerra Mundial, en 1947. Es de las mejor dotadas y más poderosas, con más de 600 personas que trabajan en la sede central en Bonn, seis centros propios de formación y doce oficinas regionales y en el extranjero. Este modelo le gustaba a Caldera, pero no va a poder ser, dado lo exiguo del presupuesto disponible para pagar a pensadores en un momento económico como el actual.
El informe para Pepe Blanco recogía también otras fundaciones europeas, más dinámicas, como la fundación para la cultura política Italianieuropei, en Italia, creada por Máximo D’Alema y Giuliano Amato, o el Policy Network, creado en 2000 como 'think tank' internacional a iniciativa de Tony Blair, Gerhard Schröder, Giuliano Amato y Goran Persson, tras las cumbres de Nueva York, Florencia y Berlín en torno a una gobernanza progresista, o bien A gauche en Europe, cofundada por Dominique Strauss-Kahn y Michel Rocard, en Francia, que quería contribuir a una cierta refundación intelectual de la izquierda.
Todas ellas han sido ya objeto de atención de Caldera, que ha empezado a visitarlas.
Los centros que funcionan en Estados Unidos, vinculados a las ideas de izquierda y con calidad de reflexión intelectual y activismo ciudadano, están en auge. En el PSOE admiran los más conocidos:
El mejor, el no va más en cuanto a debate y propuesta de ideas, es el Progressive Policy Institute, creado en 1989, que ha vivido asociado a los nuevos demócratas, organizados en torno al Democratic Leadership Council (DLC) y que, bajo mandato del presidente Clinton, puso las bases de la llamada Tercera Vía en Estados Unidos.
¿Se animará Caldera a hacer la ruta de estos 'think tank', pese al escaso apoyo de sus mayores socialistas y de que el presidente Zapatero se ocupa ahora de otros problemas?
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