Lisboa.- El paro de los transportistas lusos continúa hoy con especial incidencia en la mitad norte del país, en una jornada en la que el Gobierno y la patronal del sector esperan llegar a un acuerdo que ponga fin a tres días de protestas.
Una de las zonas de mayor incidencia del paro es el norte del país, especialmente en el área metropolitana de Oporto, como los puertos de Matosinhos y Leixoes y los centros de distribución de algunas de las principales cadenas de supermercados e hipermercados.
La comisión organizadora de este paro, secundado por pequeños transportistas y autónomos, que son los que más sufren el continuo aumento del precio de los combustibles, decidió que la protesta continuará hasta que el Gobierno abra una "mesa de negociaciones" con ellos.
Los camioneros esperan que uno de sus representantes pueda participar hoy en la reunión que el Gobierno portugués mantendrá con la Asociación Nacional de Transportes por Carretera de Mercancías (ANTRAM), que no apoya el paro al considerarlo contraproducente.
La prensa lusa informa hoy de que el acuerdo entre el Ejecutivo y la ANTRAM está cerca de cerrarse, después de que el ministro de Transportes, Mario Lino, ofreciese bonificaciones fiscales para el sector e indexar el aumento de los combustibles al precio de sus servicios.
Uno de los puntos calientes durante esta tercera jornada de paro puede ser el tribunal de la localidad de Torres Vedras, en el que tendrá que comparecer el camionero que ayer atropelló mortalmente a un miembro de un piquete cuando intentaba saltarse un bloqueo.
Las autoridades lusas prevén que a la puerta del tribunal se vuelvan a vivir momentos de gran tensión, después de que ayer fuese necesaria la intervención de las fuerzas del orden para tranquilizar a los encolerizados compañeros del fallecido, que deseaban radicalizar sus protestas.
Para evitar el desabastecimiento de combustibles y alimentos, la policía sigue escoltando a vehículos pesados y en las últimas horas acompañó a unos 40 camiones cisterna para abastecer las gasolineras del área metropolitana de Lisboa y ribera sur del río Tajo, muchas de las cuales quedaron "secas" durante el segundo día de paro.
Estos camiones estaban detenidos en uno de los locales de almacenamiento de combustibles del centro del país, zona en la que se concentran muchos piquetes.
Por otra parte, un camión de una de las principales cadenas de supermercados del país apareció hoy quemado en la cuneta de una carretera, donde le habían obligado a detenerse, y con su carga totalmente desperdiciada.
A pesar de que los organizadores de la protesta afirmaron que no se van a hacer bloqueos a las dos grandes ciudades del país, Lisboa y Oporto, los transportistas continúan estableciendo piquetes a la entrada de Braga, otro de los principales núcleos urbanos lusos.
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