¡Es un escándalo! ¡Impresentable! ¡No puede ser, tiene que ser incompatible! ¡Qué vergüenza! Éstas son algunas de las declaraciones más tibias que ha desatado la noticia del nombramiento de David Taguas como presidente de SEOPAN.
El hasta hace unos días director de la Oficina Económica del Gobierno y asesor económico del presidente Zapatero en sustitución del actual ministro de Industria, Miguel Sebastián, presidirá la patronal que agrupa a las grandes constructoras de este país. Allí es donde tienen mando en plaza tanto Florentino Pérez, presidente de ACS y ex presidente del Real Madrid, y José Manuel Entrecanales, presidente de la constructora Acciona y de Endesa, además de Sacyr-Vallehermoso, la otra constructora que preside Luis del Rivero.
Se da la circunstancia de que Florentino Pérez, José Manuel Entrecanales y Luis del Rivero han sido los empresarios de cabecera de La Moncloa y del mismo presidente Zapatero desde el momento en que Miguel Sebastián llegó en 2004 como director de la Oficina Económica y asesor del presidente del Gobierno, acompañado como subdirector por Taguas.
Sebastián y Taguas pergeñaron una parte del asalto de la constructora Sacyr Vallehermos al BBVA y para ello pidieron ayuda al presidente de Sacyr, Luis del Rivero. Antes, Sebastián había dirigido el Servicio de Estudios del BBVA y salió del banco enfrentado con su presidente Francisco González.
Florentino Pérez consultó y, en gran parte, elaboró la entrada de ACS primero en Unión Fenosa y después en Iberdrola con el respaldo de Miguel Sebastián y David Taguas. Y, por último, fue también la Oficina económica de La Moncloa quién apoyó y animó al joven presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, a entrar en Endesa a pelear y defender los valores españoles, junto con los italianos de Enel, que se han quedado con Endesa, frente a los alemanes de E.ON.
Con estos antecedentes, la noticia de que la patronal SEOPAN había elegido por unanimidad a Taguas presidente ha caído como un bombazo en determinados ámbitos del Gobierno e incluso entre los diputados del Grupo parlamentario socialista, además de las críticas que ha despertado en el mundo económico y empresarial. Hace menos de una semana, Taguas aspiraba a ser embajador ante la OCDE con sede en París, puesto al que irá ahora la ex ministra Cristina Narbona. Se sentía molesto con Sebastián, su amigo y ex jefe, porque no había defendido con suficiente fuerza el valor de la Oficina Económica, organismo que ha visto reducidos sus poderes dentro de La Moncloa.
En el Ministerio de Economía, esta mañana nadie tenía nada que decir al nombramiento puesto que el asunto "no entra en nuestras materias", según declararon medios próximos a Pedro Solbes. Sin embargo, fuentes extraoficiales y cercanas del vicepresidente económico, reconocen que conocían el asunto porque habían sido informados. Por supuesto, Solbes, siempre extraoficialmente, consideraba el tema bastante desagradable.
La ley de Incompatibilidades establece que un cargo público debe de permanecer un mínimo de dos años sin ocupar un puesto en el sec tor privado que esté vinculado, directa o indirectamente, al sector o a las áreas sobre las que haya tenido poder y responsabilidad política. Debe de ser el Ministerio de Administraciones Públicas quien investigue esas incompatibilidades. Por eso se han levantado ya las primeras voces hablando de las posibles incompatibilidades del cargo de Taguas con un puesto en la presidencia de la Patronal.
El argumento para que no haya incompatibilidad con el puesto podría ser que el presidente de la patronal no es un cargo ejecutivo y que la Oficina económica del Gobierno es un órgano de asesoramiento, que tampoco toma decisiones ejecutivas sobre el papel y sólo hace recomendaciones. Sin embargo, Taguas se ha sentado cada jueves en la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, que sí tiene poder decisorio.
Mientras, la pregunta que ronda ya por el grupo parlamentario socialista y en otros ámbitos económicos es: ¿Qué piden los constructores a cambio de haber elegido a Taguas en plena crisis económica del sector?. No ha podido ser confirmado ante el Ministerio de Industria que Sebastián haya avalado a Taguas ante los constructores.
Más hábil, un viejo amigo del titular de Industria, también socialista, contraargumenta: ¿Habrían elegido los constructores a Taguas como presidente en estos momentos si ese asunto le molestara a Sebastián o al presidente Zapatero? SEOPAN agrupa a 33 compañías, entre ellas las seis grandes cotizadas (ACS, Acciona, FCC, Ferrovial, Sacyr Vallehermoso y OHL), cuya producción representó el 7,1% del PIB en 2007 y que ocupó a 420.000 trabajadores.
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