Santiago de Compostela.- Setas con nata, cazuelita de gulas con pulpo, erizos con gambas o el más tradicional potaje de verduras con bacalao, sin olvidar el delicioso marisco gallego son algunos de los "Platos de vigilia" que, con ocasión de la Semana Santa, ofrecen ya 70 establecimientos de Santiago de Compostela.
Y es que en la Semana Santa de esta ciudad santa del cristianismo, destino de peregrinos y patrimonio de la humanidad la fe no esta reñida con los gourmets.
Así ante la premisa "nada de carne", sus innumerables establecimientos de hostelería ofrecen un mundo de infinitas posibilidades para los sentidos: desde un sabroso potaje compuesto por garbanzos, verduras y bacalao, a los más habituales fideos con almejas o toda una variedad de guisos de pulpo.
Se trata de la parte "más sabrosa" de una iniciativa que Santiago Turismo impulsa por segunda vez en la capital compostelana, los "Sabores de pasión", platos y tapas de vigilia aptos para aquellas personas que no renuncian a las delicias que ofrece la dieta atlántica en estas fechas y todo ello "sin faltar a los dictados de la cuaresma".
La idea arrancó el pasada año cuando 46 establecimientos programaron cartas especiales con tapas y menús de vigilia que, ante la buena acogida de peregrinos y turistas, este año se amplia con otros 24.
Y es que, aunque los encargados y trabajadores de algunos bares se manifiestan poco partidarios de renunciar a las delicias de la carne y califican este dictado religioso como "una costumbre obsoleta" que algunos "se empeñan en mantener", lo cierto es que no es necesario tener fe para poder degustar las recetas de cuaresma, sino sólo saber dónde encontrarlas y poseer un buen paladar para disfrutarlas.
Así, callejear por la zona vieja compostelana nunca fue tan apetecible, reconocen algunos peregrinos, tras la tradicional bendición de las palmas en la plaza de la Quintana ayer domingo. La ruta comienza en la rúa de San Pedro, nuevo espacio para la bohemia compostelana, en el restaurante O Dezaséis, que pone a disposición de sus clientes menús todo incluido con dos primeros platos como entrante y uno principal de pescado.
El encargado, Gonzalo, aclaró a EFE que todos esas recetas entre los que se encuentran exquisiteces como la cazuela de gulas y pulpo o el pez espada a la parrilla, son platos que se pueden encontrar en la carta de la casa, pero ahora se convierten en protagonistas indiscutibles del menú.
Setas con nata, con cebolla, con pimientos o en doce tipos de revueltos diferentes es lo que se puede encontrar el transeúnte que sigue su camino hasta la rúa Oliveira, en las inmediaciones de la Plaza de Abastos, donde se encuentra la tapería Gamela.
Tal y como apunta a Efe su encargado, Manolo, las combinaciones son tantas que este establecimiento ofrece al cliente la posibilidad de "crear sus recetas personalizadas".
Y todo ello a unos precios que oscilan entre los 3,10 euros que cuesta una ración de distintas variedades micológicas acompañadas de verduras hasta los 6,40 del plato más caro, erizos con gambas.
También pueden encontrarse esas "14 estaciones" en un rincón de la Acibechería que hace esquina con la Rúa da Troia, O Filandón, una vinoteca y tienda 'gourmet' que en estas fechas cambiará sus habituales tapas de embutidos por otras menos contrapuestas a los dictados de la fe católica.
Hay que salir del casco antiguo de la ciudad para llegar al Vilas, un emblemático establecimiento ubicado en la avenida Rosalía de Castro, que ofrece un potaje compuesto por garbanzos, bacalao y verduras, o su llamada sopa de vigilia, elaborada a base de unto, habas, arroz, salsa y patatas picadas.
A esa oferta específica se suma la amplia variedad de pescados y mariscos que habitualmente oferta el local que regenta Francisco Vilas, además de otros platos como el guiso de pulpo, los fideos con almejas y el congrio con verduras, ya que en esta época aumenta su demanda.
El distintivo que anuncia que en el interior se pueden disfrutar estos "Platos cuaresmales" ya figura en la puerta del restaurante Carretas, que, al igual que hizo el año pasado, ofertará tres menús diferentes, todos ellos a un precio entre 18 y 20 euros.
Los clientes podrán elegir entre un revuelto de grelos y dorada al horno, una sopa de pescado y lomos de merluza asados, y un tercer menú de fideos con marisco y salmón al vapor. La estrella, como puede verse, es el pescado.
El encargado del establecimiento, Manolo, subraya que la acogida de esta iniciativa en la anterior edición fue "muy buena", pero incide en que, este año, nadie ha preguntado por el momento por esta oferta gastronómica.
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