Jinping, la imbatible carrera al 'trono' chino de un "príncipe del partido"

Ha batido la mejor marca y roza la presidencia. 2.919 votos a favor, 28 en contra y 17 abstenciones en la Asamblea Popular Nacional -parlamento chino- han convertido a Xi Jinping en vicepresidente del país, tan sólo seis meses después de que entrara a formar parte del Comité Permanente del Politburó. Hu Jintao, actual presidente, pasó cinco años en el Comité antes de alcanzar el cargo que desde hoy ostenta Jinping.

Nacido en 1953 en Fuping, provincia de Shaanxi, el nuevo vicepresidente es un "príncipe del partido", es decir, hijo de un veterano comunista. Su padre, Xi Zhongxun, fue uno de los fundadores de la guerrilla comunista en el norte del país, para más tarde convertirse en el director del departamento de propaganda del Partido Comunista y subdirector del Congreso Nacional del Pueblo. La revolución cultural arremetió contra Zhongxun y después de mandarlo a trabajar en las fábricas de Luoyang, fue encarcelado en1968. Jinping tuvo que integrarse en el movimiento de reeducación socialista organizado por Mao Zedong en 1969. Desde entonces y hasta 1975 trabajó en la comuna de Wen'anyi, en Yanchuan, en su provincia natal.

Cuatro años más tarde, con 26, se licenció en Ingeniería Química en la Universidad de Tsinghua. En 1979, al salir de la universidad, se convirtió en secretario de la Oficina General del Consejo Estatal y de la Oficina General de la Comisión Militar Central. Desde entonces ha seguido una constante progresión política -entre cuyos cargos destaca el de gobernador de la provincia de Fujian y gobernador en funciones de la provincia de Zhejiang- hasta que en marzo de 2007 fue designado secretario del Partido Comunista Chino (PCCh) en Shangai, en sustitución de Chen Liangyu, que había sido acusado de corrupción unos meses antes -y cuya destitución se valoró como un refuerzo de la figura de Hu Jintao-.

Tradicionalmente se considera la secretaría de Shangai como un trampolín para el salto a la presidencia, y Jinping refuerza esta teoría. Ahora, en su carrera por la sucesión de Jintao se valorará su gestión en los próximos meses, pues es el responsable de la seguridad y de los preparativos de los Juegos Olímpicos. Esto supone lidiar con la renovada crisis del Tibet, las denuncias contra la vulneración de los derechos humanos y las protestas de los deportistas respecto a las condiciones del país -el 'rey del maratón', Haile Gebrselassie, anunció esta semana que no competirá en Pekín a causa de la contaminación-. Además, también tiene el encargo de organizar las celebraciones del 30 aniversario de reforma y apertura que comenzó China en 1978.

La carrera política del nuevo vicepresidente comenzó a ser imparable a principios de los 80, cuando empezó a fraguar su prestigio económico. Entonces, la creación de un exitoso parque temático en el condado de Zhengding le ganó el apodo del "Dios de la Riqueza". Con fama de liberal y reformista en el ámbito económico, logró mucho peso mediático en el país por su firme lucha contra la corrupción. Además, su dominio del inglés le ha facilitado la relación con representantes extranjeros, con los que suele encajar lo bastante bien como para que Henry Paulson, secretario del Tesoro de EEUU, lo considere su amigo.

Jinping parece agradar a las facciones enfrentadas en el seno del PCCh de Hu Jintao y Jiang Zemin, y poco a poco los medios coinciden en que se va distanciando de Li Keqiang, el otro principal candidato a la futura presidencia. Por si fuera poco, Jinping cuenta también con el apoyo popular, en gran medida gracias a su esposa, Peng Liyuan, una famosa cantante de folclore chino y miembro del grupo de danza y música del Ejército de Liberación Popular.