ROMA.- El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi dio hoy el pistoletazo de salida en la carrera hacia las urnas tras anunciar la fusión de su partido, Forza Italia (FI), con la segunda fuerza política del centro-derecha, Alianza Nacional (AN). Ambos han preferido renunciar a su propia autonomía y presentarse bajo el símbolo de la misma formación, el Pueblo de la Libertad (PdL), para hacer frente al desafiante Partido Democrático (PD) de Walter Veltroni.
El panorama político italiano apareció hoy más definido, después de la confusión ocasionada por la caída del Gobierno de Romano Prodi --centro-izquierda-- y el debate abierto sobre la necesidad de reformar la actual ley electoral, que favorece la fragmentación y la división entre los partidos.
Después de algunos días de incertidumbre, 'Il Cavaliere' apostó definitivamente por su 'Pueblo de la Libertad', el desconcertante proyecto político que lanzó hace algunos meses con la ambición de unir a las principales fuerzas del centro-derecha en un solo partido.
A pesar de las reticencias que mostró al principio, el líder de Alianza Nacional (AN), Gianfranco Fini, ha decidido finalmente adherirse al proyecto, asegurando que, a partir de ahora, él y Berlusconi tendrán "una sola voz" en el Parlamento, palabras que pronunció tras reunirse con este último durante tres horas y media.
"El 13 de abril nacerá de las urnas un nuevo gran sujeto político inspirado en los valores del Partido Popular Europeo (PPE), como alternativa a las izquierdas", afirmó Fini.
Alianza Nacional, que perderá sus símbolos a favor del PdL berlusconiano, es el heredero histórico del fascismo italiano, del que, sin embargo, el mismo Fini se desmarcó hace unos años, cuando condenó abierta y claramente tanto el 'nazismo' como el 'fascismo'. Este posicionamiento ocasionó en su momento la salida de Alessandra Mussolini, nieta del mismo Benito Mussolini, y que a partir de entonces empezó a liderar distintos movimientos de extrema derecha.
EL DESAFÍO DE VELTRONI
La decisión del centro-derecha llega en respuesta al desafío planteado por el Partido Democrático (PD) de Walter Veltroni, que hace pocos días anunció su decisión de presentarse a solas --sin el apoyo de los demás partidos del centro-izquierda-- a las elecciones.
A su vez, el PD es fruto de la fusión entre los dos principales partidos del centro-izquierda --Demócratas de Izquierdas (DI) y La Margarita-- que hace pocos meses decidieron unirse bajo la misma formación y romper con la tendencia a la fragmentación política típica de Italia, considerada la gran lacra del sistema.
Tanto Berlusconi como Fini abrieron las puertas de su nueva formación a todos los demás partidos que deseen unirse a este "grande e importante movimiento que une a todos los ciudadanos italianos, liberales y moderados, que no se reconocen en la izquierda".
LA LIGA NORTE SE FEDERARÁ AL PDL
La Liga Norte --que es el tercer partido del centro-derecha--, sin embargo, no se integrará en el PdL, sino que se federará a él, con el objetivo de no eliminar su símbolo, lo que significaría la pérdida de su propia identidad como defensora de los intereses del norte del país, incluídas sus aspiraciones secesionistas.
Pero Berlusconi está buscando más adeptos e insiste en que dentro del Pueblo de la Libertad caben "todos los representantes de los partidos más pequeños que quieran unirse a nosotros", entre los que citó explícitamente a la Unión de Demócratas Cristianos (UdC).
Ésta, sin embargo, aclaró que prefiere mantener su autonomía, desechando la idea de presentarse junto a Berlusconi y Fini en una lista única. Aunque sí estaría dispuesta, no obstante, a adoptar una solución similar a la de la Liga Norte, afirmó el secretario de la UdC, Lorenzo Cesa.
VELTRONI: PDL ES UN "MAQUILLAJE"
La respuesta del principal partido del centro-izquierda a los movimientos del centro-derecha no se hizo esperar y llegó a través del mismo Veltroni, que interpretó en estos cambios un intento para responder al desafío del PD. No obstante, "el problema no es hacer maquillaje sino tomar una decisión valiente", advirtió, ya que "lo que cuenta no es el cambio de vestido sino la sustancia".
Según el líder del PD, en el centro-derecha no existe una "homogeneidad en los valores". La solución no consiste en "meterse bajo el paraguas para esconder lo que hay debajo sino acometer un cambio sustancial, pagando el precio que conlleva la elección por la homogeneidad y la claridad", declaró.
Los movimientos de los principales partidos tanto del centro-izquierda como del centro-derecha han puesto toda la maquinaria política italiana en marcha, desencadenando distintas tomas de posición, sobre todo, entre los partidos más pequeños.
Una de las evoluciones más interesantes es la de los partidos situados más a la izquierda, la llamada 'Cosa Rossa' (los rojos), antiguos compañeros de coalición del PD. Ante el rechazo de Veltroni a crear nuevas alianzas con ellos, ahora están estudiando el modo de reorganizarse, quizá bajo un mismo partido, y siempre con el objetivo de no quedarse fuera del Parlamento.
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